La trama detrás de las estafas de un financista de Rosario que ya acumula una veintena de víctimas

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El financista Pablo A. (43) fue detenido en tres allanamientos que llevó a cabo la Policía Federal por pedido del fiscal provincial Sebastián Narvaja, quien lo investiga por una veintena de estafas. Mantenía cautivos a sus clientes con rendimientos hasta que fueron a buscar el dinero y no estaba. A cambio, quiso darles terrenos por menor valor para evitar las denuncias, pero no lo logró.

Por ello se abrió una causa en la que este jueves, desde las 13, se celebrará la audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal ante el juez penal de primera instancia Hernán Postma.

Los procedimientos, que ocurrieron el miércoles de la semana pasada, fueron tres y los realizó la División Unidad Operativa Federal de la Policía Federal en un edificio de San Martín al 300, en Córdoba al 1300 y en un negocio ubicado en Rioja al 1300 que, en su fachada, figuraba como un local de servicio técnico, aunque en realidad funcionaba como una casa de cambio, según indicaron los investigadores.

De acuerdo a los primeros indicios que trascendieron del legajo, cuyas principales tareas investigativas se iniciaron en abril, Pablo A. operaba una presunta estructura integrada por entidades de existencia concreta –corretaje de granos, agente de negociación en el mercado de capitales– y otras que en realidad no existen como tales: negocios inmobiliarios que ofrecía.

Pablo A., detenido por la PFA

A eso se le agregaba un segmento clandestino ilícito que, a criterio de la Justicia provincial, era la parte de una mutual que tenía una presunta actividad irregular.

Desde esa mezcla de opciones exhibidas se captaban inversores, a quien se les comunicaba que su dinero era invertido y se los fidelizaba entregando periódicamente “buenos rendimientos”, según apuntó a Infobae una fuente de la causa.

En los últimos tres años, en función de las presentaciones hechas ante el Ministerio Público de la Acusación, esos inversores fueron a retirar su dinero disponible y se encontraron con que no estaba en su totalidad.

Ante esas circunstancias, Pablo A. ofreció terrenos o dinero –que no era el monto completo que debía devolver–, con el objetivo de evitar las denuncias penales. Se estima que a la fecha perjudicó bajo esta mecánica a unas 20 personas.

En el domicilio allanado del financista, la Policía Federal secuestró 42.200.000 pesos, 7.804 dólares, 5.940 euros, tres notebooks, dos CPU, dos discos rígidos, un DVR, seis máquinas de contar billetes y trece celulares que serán enviados a peritar por pedido del fiscal Narvaja.

En tanto, también se incautaron 51.425 dólares, 27.594 reales, 76.370.000 pesos, 26 celulares, una pistola calibre 9 milímetros con 270 cartuchos, 12 computadoras de escritorio, un DVR, cinco notebooks, un disco rígido, 10 máquinas de contar billetes y documentación.

Por último, en el local de servicio técnico se hallaron tres celulares, tres discos de memoria externos, dos memorias MicroSD, cuatro pendrives, una llave de un auto, una billetera fría, documentación del detenido, una máquina de contar billetes, una tablet y una billetera de cripto monedas sellada.