Declaró una testigo clave en el juicio contra la mujer acusada de matar a su hijo de 11 años en Salta

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La acusada está imputada por homcidio calificado por el vínculo y lesiones leve calificadas por el vínculo (@FiscalesPenales)

En una nueva audiencia del juicio por el crimen de Leonel Francia, el niño de 11 años que habría sido asesinado por su madre en el barrio Solidaridad de Salta, dos testigos volvieron a complicar la situación de la imputada. Fueron una docente del nene, testimonio que resultó clave, y una madre de una de sus compañeras que aseguraron que Lidia Raquel Cardozo habría mostrado signos de ser una persona violenta.

La causa se activó el 31 de agosto de 2023, luego de que el nene fuera ingresado sin vida al Hospital Papa Francisco. Después de que los médicos encontraran “lesiones visibles en su cuerpo”, el hecho fue denunciado a las autoridades.

A la instancia oral celebrada por la Sala I del Tribunal de Juicio del distrito Centro, a cargo de los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello, solo llegó como imputada la madre del menor por los delitos de homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves calificadas.

De acuerdo con la información publicada por El Tribuno, en la jornada del martes se escucharon dos nuevos testimonios que habrían complicado la situación de Cardozo. El más contundente de ellos provino de una docente de Leonel, quien relató frente al tribunal que en dos ocasiones denunció lesiones físicas visibles en el cuerpo del menor.

Además de las presentaciones realizadas, la maestra recordó un incidente en el que la acusada irrumpió en la escuela de forma violenta. En esa oportunidad, habría acudido para recuperar unas llaves que su hijo se habría llevado por error.

El niño de 11 años que murió de un golpe contundente en la cabeza en Salta

El segundo testimonio fue aportado por la madre de una compañera de clase, que se centró en contar cómo percibía la personalidad de Cardozo. En este sentido, la testigo ratificó que la acusada sería una persona violenta y afirmó que era conocido por la comunidad que el menor vivía inmerso en un ambiente hostil y agresivo.

Previo a esto, los magistrados escucharon las versiones dadas por varios albañiles que trabajaban en la casa de la acusada al momento en el que ocurrió el hecho. Fue así que los dos de ellos señalaron que el nene solía sufrir maltrato infantil y solía realizar tareas forzadas para su edad en el comercio familiar.

Uno de los contratistas declaró que el menor solía frecuentar el espacio donde trabajaban para conversar e interactuar. Por este motivo, aseguró haber sido testigo de situaciones en las que la madre se dirigía al niño de manera violenta.

De la misma manera, indicó que el día de la muerte de Leonel le había enviado un audio para avisarle que no estaría en la casa. “Yo igual estuve a las 8 ahí y le dije que la esperaba junto con otros dos albañiles. Pasadas las 9 salió Lidia desde el centro de su casa y nos hizo pasar”, sostuvo.

Cerca del mediodía, la madre les había pedido ayuda con su hijo. “Yo bajé y le pregunté qué había pasado y ella me dijo: ‘Mi nene se desmayó’”. Cuando llegó donde se encontraba el menor, observó que “el nene estaba tapado con una sábana”.

Por este motivo, el hombre no pudo precisar qué había ocurrido porque no había podido ver al menor. Más tarde, afirmó ante el tribunal que halló rastros de sangre en la camioneta que utilizó para trasladarlos hasta el hospital, y luego notó sangre en el capot del vehículo al regresar a la vivienda.

En una de las primeras jornadas del juicio, el padre del menor brindó su testimonio tras constituirse como querellante en la causa. Al comparecer ante los jueces, explicó que no mantenía una convivencia con su hijo ni con la acusada, pero sostuvo que el contacto era diario.

De esta manera, el progenitor relató que en reiteradas ocasiones había observado lesiones o hematomas en el cuerpo del niño, aunque las atribuía a caídas en el hogar. Además, ratificó que su hijo colaboraba en las tareas del negocio familiar de la madre y que lo había visto cargar ladrillos y realizar labores de esfuerzo.

Respecto a la relación con Cardozo, el padre de Leonel afirmó ante el tribunal que la dinámica era “difícil” y que la acusada habitualmente le impedía ver a su hijo en contextos de conflicto.

Ahora, se espera que el juicio continúe este miércoles 27 desde las 9, instancia en la que se esperan más declaraciones para reconstruir con mayor precisión las circunstancias de la muerte del niño. Asimismo, está estipulado que el proceso se extienda hasta el 9 de septiembre y que alrededor de 60 testigos presten declaración.