El Juzgado Federal de Morón citó a indagatoria este viernes a Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio donde se fabricó el fentanilo mortal, en el marco de una causa por estafa que investiga un perjuicio económico estimado en $15.000.000 contra una compañía de transporte y logística. Según supo este medio, el empresario habría contratado el servicio para una serie de traslados a Paraguay, donde estaba armando una fábrica. Si bien los viajes se hicieron, el acusado nunca los abonó.
La decisión de indagarlo se tomó tras una extensa etapa de instrucción, donde los fiscales Marisa Monti y Claudio Oviedo, a cargo del expediente que tramita en la UFI N°5, reunieron declaraciones testimoniales, oficios y documentación digital que permitió reconstruir un esquema de contrataciones y pagos incumplidos encabezado por Furfaro, que actualmente está detenido por su responsabilidad en la producción y distribución de las dosis de fentanilo contaminado que mataron a 96 pacientes. Este modus operandi, según la acusación penal, “constituyeron un ardid sistemático para defraudar a la firma damnificada”.
La investigación se inició a partir de la denuncia presentada por el responsable de la empresa de transporte, quien relató que entre el 15 de mayo y el 22 de noviembre de 2023, García Furfaro, actuando a través de una de sus empleadas, contrató los servicios para realizar 406 viajes de carga de larga distancia.
Los trayectos incluyeron rutas desde La Plata y Hurlingham (provincia de Buenos Aires), Monte Cristo (Córdoba), y desde Encarnación y Ciudad del Este (Paraguay), con destino a la zona franca global de Paraguay y a distintas ciudades bonaerenses.
Según el expediente, durante el desarrollo de los traslados, García Furfaro interrumpió los pagos pactados, lo que llevó a la suspensión de los servicios. Para restablecer la confianza y aparentar solvencia, el imputado saldó la deuda acumulada, aunque fuera de los términos acordados.
Este comportamiento, de acuerdo con los fiscales, “indujo a error a los responsables de la empresa de transporte”, quienes reanudaron las prestaciones y generaron una nueva deuda. Para cancelar ese nuevo saldo, García Furfaro entregó un cheque de pago diferido por $423.500 del Banco de la Nación Argentina, que fue rechazado al ser presentado al cobro.
El expediente detalla que, tras ese episodio, el dueño del laboratorio del fentanilo dejó de abonar cualquier suma. Este accionar derivó en una deuda compuesta, dado que también había diferencias de cambio respecto a los dólares estadounidenses en los que se habían pactado los viajes.
La citación a indagatoria a la que accedió Infobae sostiene que el imputado desplegó un “engaño planificado y sistemático consistente en contratar, no pagar, generar confianza pagando parcialmente y fuera de tiempo, para así inducir a error a los damnificados mientras encargaba nuevos viajes y utilizaba medios de pagos que serían rechazados, acumulando una deuda que nunca fue saldada”. Esta conducta, según el juzgado, generó un perjuicio económico aproximado de $15.000.000 a la empresa.
La calificación legal atribuida a García Furfaro es el de la estafa. En este sentido, las autoridades judiciales consideraron que los elementos reunidos permiten tener por acreditado, en la primera etapa de investigación, la existencia del ardid y la responsabilidad penal del empresario en calidad de autor.
La audiencia para su indagatoria fue citada para el mediodía de este viernes. Cabe destacar que el acusado actualmente está detenido por su responsabilidad en la producción y distribución de dosis de fentanilo contaminado que mataron a 96 pacientes: se entregó a la Justicia el pasado 20 de agosto.