El Gobierno de Tucumán deberá indemnizar a la familia de Paola Tacacho, la profesora asesinada por un ex alumno

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La profesora tenía 32 años y llevaba más de cinco años denunciando el hostigamiento

A casi cinco años del femicidio de Paola Tacacho, la profesora que fue asesinada a puñaladas por un ex alumno, la Justicia de Tucumán ordenó al Estado provincial a pagar una indemnización a su familia. Bajo su punto de vista, existieron pruebas concretas de que la mujer se encontraba en peligro, pero todas ellas fueron desoídas hasta que el crimen se concretó en octubre de 2020.

Luego de que las autoridades fueran responsabilizadas por no brindar la protección necesaria a la víctima, el tribunal fijó una indemnización de 36.424.858,93 pesos. Por este motivo, la provincia deberá responder por la totalidad del monto, mientras que el ex juez Juan Francisco Pisa fue declarado responsable concurrente del 10%.

La demanda había sido presentada por Mariela Fernanda Tacacho, madre de la víctima, en reclamo por los daños y perjuicios derivados del femicidio. Fue así que en el fallo que se dio a conocer recientemente, el tribunal determinó que existieron “graves fallas” por parte de las autoridades.

En este sentido, los jueces señalaron que el Estado “incurrió en graves fallas al no proteger a la joven, quien había denunciado en 13 oportunidades a su femicida, Mauricio Parada Parejas, desde 2015”. En total, la profesora vivió los últimos cinco años de su vida bajo el constante acoso de su ex alumno, hasta que este la atacó en el centro de la ciudad.

Tras asesinar a la docente, el femicida se quitó la vida en el lugar

A pesar de que los jueces reconocieron que había una orden de restricción de acercamiento, consideraron que la mayoría de las denuncias de la víctima fueron archivadas o desestimadas. Por este motivo, la mujer se habría visto obligada a tener que insistir de forma reiterada en busca de respuestas que no llegaron.

De acuerdo a la información publicada por El Ocho, la sentencia responsabilizó al Poder Judicial, tras al sostener que tenía “conocimiento fehaciente” del riesgo “real e inmediato” que corría Tacacho. Pese a esto, no actuó con la perspectiva de género requerida.

En este sentido, los jueces reprocharon la “falta de control sobre las medidas de restricción y la ausencia de asistencia integral para la víctima”, lo que agravó la situación de vulnerabilidad de la joven. De hecho, uno de los aspectos más relevantes que fundamentaron el fallo fue la condena contra el ex juez Pisa, quien en 2017 sobreseyó a Parada Parejas en una causa por desobediencia judicial.

Según los magistrados, su decisión “perjudicó gravemente el sistema de justicia” y habilitó la continuidad del hostigamiento. Asimismo, el tribunal advirtió que, aunque no fue la única omisión, “el curso de los hechos podría haber sido distinto si se hubiesen valorado los antecedentes y la situación de vulnerabilidad de Tacacho”.

El momento en que Paola Tacacho fue asesinada a puñaladas en Tucumán

La secuencia de denuncias reiteradas e inacción institucional, que marcaron el trágico desenlace de la vida de Tacacho, ocurrieron entre noviembre de 2015 y mayo de 2020. A lo largo de ese período, la docente llegó a denunciar en 13 ocasiones a Parada Parejas por acoso y amenazas de muerte tanto hacia ella como hacia su familia.

Según la reconstrucción de los hechos, el 30 de octubre de 2020, Paola salió del gimnasio por la noche y se dirigía a su casa, cuando el hombre la interceptó armado con un cuchillo. Tras abalanzarse sobre ella, la asesinó de al menos seis puñaladas, una de ellas por la espalda, contra la vidriera de un local.

El ataque ocurrió en plena vía pública y fue presenciado por vecinos que, al principio, creyeron que se trataba de un robo. Mientras Paola agonizaba en el lugar, un grupo de vecinos creyó que se trataba de un robo y lo cercó para evitar que se escapara. Incluso, uno de ellos le tiró gas pimienta.

La reacción de los presentes impidió la huida del agresor, quien, al verse rodeado, se autoinfligió una herida mortal en el pecho con el mismo cuchillo que había utilizado para asesinar a la docente. Toda la secuencia había sido registrada por una cámara de seguridad ubicada en el interior de un comercio.

El video del local se encontraba incompleto, por lo que la Justicia trabajó para corregir la imagen y reconstruir de la mejor forma posible el femicidio. Poco después se recopiló un segundo video, filmado desde un balcón de la calle Monteagudo, en donde se mostró el instante en que el asesino se clavó el cuchillo para quitarse la vida.