Crimen del jubilado en Zárate: la ruta de su asesinato, las deudas de la policía que fue detenida y cómo la atraparon

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Saúl Eduardo, la víctima

A las 17 horas del domingo, una alta fuente de los organismos de seguridad confirmaba el hallazgo del cadáver de Saúl Eduardo de Francesco, de 79 años, jubilado civil de la base naval de la Armada argentina en Zárate, desaparecido desde el miércoles pasado. Para ese entonces, cuatro sospechosos ya habían sido detenidos por el hecho, en una causa a cargo del fiscal Juan Pablo Esperante, que ordenó tareas a la Sub DDI de la misma localidad de la Policía Bonaerense. Una de ellas era una oficial de la misma fuerza. El otro, un ex policía con una historia sórdida.

Alejo Ezequiel Moreno, un joven de 29 años, era un agente de Prevención Municipal del Centro de Operaciones de Zárate. Había sido exonerado de la Bonaerense tres años antes por su rol en el asesinato de otro policía durante un violento asalto a una carbonera; su novia, Florencia Ludmila Valentini, de 35 años, era una oficial del Comando de Patrullas de Campana.

Valentini, según descubrió Infobae, acumulaba deudas con un fuerte rojo, de acuerdo a sus perfiles comerciales. Había comenzado a pedir varios préstamos durante los últimos meses a firmas de microcrédito, mientras acumulaba vencimientos en tarjetas de crédito, etcétera: hasta hoy, debe más de $4,5 millones. Los dos detenidos que restan, Lucas Gabriel Lemos y Néstor Irvin Matencio Limache, son hombres de la zona, según pudo saber Infobae de altas fuentes del caso.

El fiscal espera indagarlos en las próximas horas, acusados del delito de homicidio agravado. Valentini, de acuerdo a su investigación, es la clave del crimen.

Saúl, se cree, fue asesinado por codicia, por unos pocos billetes que supuestamente guardaba.

La zona de Baradero donde hallaron el cadáver

El 17 de septiembre de 2025, cerca de las 16:00, Valentini se presentó en el departamento de De Francesco, ubicado en la calle Valentín Alsina en Zárate. Allí se identificó como nuera de un ex compañero de trabajo de la víctima de apellido Moreno. Intentó subirlo a su auto, mientras le contaba un cuento. Harían, en algún lugar de la zona, una fiesta en su honor. Saúl, sin embargo, se negó. Cuatro horas más tarde, de acuerdo a la reconstrucción de Esperante, Moreno, Lemos y Matencio Limache interceptaron a la víctima a pocas cuadras de su departamento y lo introdujeron en un Ford Focus gris. Valentini iba detrás, en un Volkswagen Gol Trend blanco.

Condujeron hasta un descampado en la zona de Baradero, a 40 kilómetros de distancia del departamento de Saúl. Allí, lo ejecutaron de un tiro en la nuca. Antes de huir, le quitaron las llaves al cadáver todavía tibio. Luego, a las 23:30, volvieron a la casa de Saúl para revolverla. Sin embargo, oyeron ruidos en un departamento contiguo. Huyeron espantados.

El 18 de septiembre al mediodía, un día después, el hermano de la víctima denunció su desaparición ante las autoridades. Su sobrino declaró que, durante la tarde anterior, había escuchado a su tío conversar con una mujer —que luego sería identificada como Valentini— que se presentó como nuera de un excompañero de trabajo y lo invitaba a un festejo. Pero su tío sospechó. No abrió la reja y respondió que si su ex compañero deseaba verlo, entonces que lo llamara.

El padre de Alejo Moreno, por su parte, declaró en la causa. Negó cualquier relación con los imputados, lo que derrumbó el discurso de Valentini. En paralelo, un llamado realizado al 911 la noche anterior se sumó al expediente. Había sido realizado la noche anterior. Quien denunciaba relató cómo tres sospechosos habían subido a la fuerza a un hombre a un Focus gris en la calle Valentín Alsina. Creyó que, tal vez, se trataba de una broma.

Y luego, llegaron los análisis de las cámaras de seguridad: existe un video en el expediente donde se ve a Valentini conversando con De Francesco. Los videos, por otra parte, mostraron el paso de un Ford Focus gris.

Así, Moreno y Valentini fueron arrestados en sus domicilios el viernes 19, sus órdenes de arresto fueron firmadas por la jueza de Garantías Graciela Cione. Matencio Limache cayó un día más tarde, con el Ford Focus supuestamente usado en el hecho.

Hay una prueba más en la causa. El análisis de los impactos en antenas de celulares reveló el viaje de los acusados, la marcha de muerte en el Focus de cuarenta kilómetros de largo, para supuestamente asesinar a Saúl a la vera de la Ruta 9.