Un intenso operativo policial se desplegó durante más de 12 horas en una vivienda del barrio Mayol, en Florencio Varela. A partir de pruebas encontradas, la policía científica arribó al lugar cerca de las 21 horas para realizar un peritaje exhaustivo. El procedimiento se concretó aproximadamente a 10 cuadras de donde había sido localizada una señal de teléfono celular en el marco de una investigación que las autoridades mantienen en estricta reserva. En ese lugar, finalmente, se encontraron dos cuerpos.
Vecinos de la zona relataron a TN que en el interior de la casa se percibía un fuerte olor a cloro o lavandina, mientras algunos residentes aseguraron que habría manchas de sangre tanto en la vivienda como en objetos personales de los actuales ocupantes. Uno de los testigos señaló que durante la madrugada del sábado los acusados intentaron comprar bebidas alcohólicas en un comercio, pero la vendedora se negó porque los billetes tenían manchas de sangre y, además, llevaban una mochila ensangrentada, detallaron.
La residencia, según manifestaron los vecinos, es habitada desde hace aproximadamente cuatro o cinco meses por personas que serían de nacionalidad peruana, aunque la información no fue confirmada oficialmente. Los vecinos detallaron que los nuevos inquilinos llevan relativamente poco tiempo en el barrio. En comparación, anteriormente vivió allí una pareja durante cinco años; tras separarse, la propiedad fue puesta en alquiler a los actuales habitantes.
La investigación policial, encabezada por peritos de la científica, incluyó tanto el relevo de posibles rastros hemáticos como la recolección de testimonios vecinales.
Dos detenidos tras la activación del celular
La investigación por la desaparición de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en La Matanza avanzó de manera significativa tras la localización de dos sospechosos en una vivienda de Florencio Varela, donde la policía actuó luego de detectar la activación del celular de una de las jóvenes en esa zona. Este hallazgo permitió a los efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires realizar un operativo durante la madrugada, que culminó con la demora de los individuos en una residencia próxima a la antena que registró la señal del dispositivo.
La pesquisa, dirigida por el fiscal de La Matanza Gastón Duplaá, se ha centrado en reconstruir los últimos movimientos de las jóvenes, quienes fueron vistas por última vez el viernes anterior en la rotonda de La Tablada, en la intersección de Monseñor Bufano y Avenida Crovara. Según la información recabada por la fiscalía, los teléfonos celulares de las tres se apagaron de manera simultánea el sábado por la noche, un dato que, de acuerdo a fuentes del caso, constituye uno de los pocos elementos certeros con los que cuentan los investigadores.
Entre las hipótesis que manejan los detectives de la DDI de La Matanza, cobra fuerza la posibilidad de que las jóvenes hayan asistido a una fiesta que terminó de forma inesperada. Esta línea de trabajo se suma a otras alternativas, como la de un posible secuestro o un caso de trata de personas, escenarios que no han sido descartados por las autoridades. En este contexto, el fiscal Duplaá solicitó la colaboración de Migraciones y del Sistema Federal de Búsqueda (SIFEBU), ampliando el radio de acción de la investigación.
El análisis de las cámaras de seguridad de la zona permitió a los investigadores identificar que Brenda, Morena y Lara subieron voluntariamente a una camioneta blanca, según se desprende de sus últimas comunicaciones. Las cámaras municipales posibilitaron un seguimiento parcial del recorrido del vehículo, mientras que los registros de las antenas de telefonía fueron examinados para rastrear los desplazamientos de las jóvenes.
Además, la DDI de La Matanza recurrió al Centro Urbano de Monitoreo de CABA en busca de imágenes que pudieran aportar indicios sobre el paradero de las víctimas, y la fuerza de seguridad porteña permanece atenta a eventuales llamados a la línea 134 que puedan aportar información relevante.