Día del Colectivo: cuál es su origen y por qué se celebra el 24 de septiembre

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El 24 de septiembre se recuerda el histórico primer viaje en colectivo realizado en Buenos Aires en 1928 (Crédito: Wikipedia)

El Día del Colectivo se celebra cada 24 de septiembre en Argentina una fecha significativa que recuerda el primer viaje de colectivos, que tuvo lugar en Buenos Aires en 1928. Según la web nacional Argentina.gob.ar también se celebra el Día del Colectivero.

A diario, millones de personas utilizan el colectivo para trasladarse hacia todo tipo de destinos. Sin embargo, pocos saben sobre la conmemoración de este día que celebra una de las innovaciones más significativas en la historia social argentina.

Por qué se celebra el 24 de septiembre

El colectivo, símbolo del transporte público argentino, cumple un rol fundamental en la vida diaria de millones de argentinos (Crédito: NA/DAMIAN DOPACIO)

Esta fecha conmemora el primer viaje realizado en colectivo en el territorio argentino, concretado el 24 de septiembre de 1928 en la Ciudad de Buenos Aires. Según la web nacional Argentina.gob.ar, la elección del día responde al aniversario exacto de aquel recorrido pionero que marcó un antes y un después en el transporte público nacional.

No obstante, este reconocimiento como fecha oficial no es reciente. Si bien la efeméride se recuerda desde el inicio de la actividad, fue a partir de 2004 cuando, mediante la Ley 1475 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se instituyó de manera formal. La iniciativa de los gremios vinculados al transporte, especialmente el de los taxistas —protagonistas del nacimiento del colectivo—, jugó un papel clave para oficializar y difundir este día en el calendario local.

Cómo fueron los primeros colectivos en Argentina

El sistema de colectivos nació como solución innovadora ideada por taxistas en tiempos de crisis (Crédito: Archivo General de la Nación)

El colectivo surgió como respuesta a la difícil situación económica de la época, específicamente durante la crisis mundial de fines de la década del 20, que también afectó gravemente a Argentina y, en particular, al gremio de los taxistas. Para hacer frente a la baja en la demanda de viajes individuales, un grupo de taxistas se reunió en un café de Rivadavia y Lacarra, en el barrio porteño de Floresta, y concibió la idea de organizar trayectos compartidos.

Los primeros colectivos consistían en automóviles de uso particular modificados, capaces de trasladar hasta cinco pasajeros. A diferencia de los taxis, que solo transportaban a un cliente por vez, el nuevo sistema permitía que varias personas recorriesen juntas un trayecto fijo, con la particularidad de dividir el costo total del viaje entre todos los ocupantes.

Este nuevo esquema resultaba atractivo para los usuarios por su menor tarifa individual y para los conductores por el aumento de ingresos diarios. Los valores del pasaje de aquellos primeros días oscilaban entre 10 y 20 centavos, sumas accesibles para la época.

Los primeros coches adaptados recorrían trayectos fijos y promovían el viaje compartido (Crédito: Archivo General de la Nación)

El recorrido inaugural partió desde la zona de Primera Junta, atravesó Plaza Flores y concluyó en la intersección de Rivadavia y Lacarra, una zona clave de la ciudad. Pronto, los destinos se diversificaron hacia lugares de gran concurrencia, como Plaza de Mayo, Plaza Once y Flores. Para marcar la diferencia con los taxis convencionales, los primeros colectivos adoptaron colores llamativos en sus carrocerías y colocaron carteles que identificaban los destinos de cada recorrido, facilitando así la identificación y elección de los pasajeros.

En pocos meses, unos 40 vehículos se sumaron a la iniciativa, lo que permitió la creación de la línea número 8, cuya ruta conectaba Nazca y Rivadavia con Plaza de Mayo.

Actualmente, funcionan cientos de líneas de colectivos urbanas e interurbanas que constituyen la columna vertebral del transporte público. Estas se distribuyen en todo el país y responden, según su alcance, a jurisdicciones municipales, provinciales o nacionales.

Solo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se concentra la mayor cantidad y variedad: 31 líneas realizan recorridos exclusivamente dentro de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras que más de 100 son de jurisdicción nacional, conectando tanto la Ciudad como distintos partidos del conurbano bonaerense, y alrededor de 200 funcionan únicamente en la Provincia.