Una tragedia sacudió a la ciudad de Córdoba, cuando se confirmó el fallecimiento repentino de Cielo Espinoza Salvatelli, una niña de doce años con antecedentes cardíacos, en su domicilio.
La menor perdió la vida de forma súbita, ocasionada por un mal funcionamiento de un catéter que ella tenía, mientras su familia aguardaba la llegada de los servicios de emergencia. Sucedió el pasado martes por la tarde.
El caso quedó marcado desde el inicio por la conmoción y la incredulidad tras la noticia de otra muerte infantil en la provincia, frente a una seguidilla de fallecimientos de menores ocurrida en las últimas semanas.
Su hermana, Lucila, relató al medio cordobés El Doce TV que cuando llegó al lugar, acompañada de su pareja, los médicos del servicio 107 ya habían constatado la falta de signos vitales. “Mi mamá me llamó, yo no estaba en el domicilio. Me dijo que mi hermana había fallecido, me fui con mi pareja para la casa y cuando llegamos, vino el 107”, explicó.
“Nosotros íbamos atrás de la ambulancia con el Uber pero hacía ya como media hora que la habían llamado. Primero fue la Policía y de ahí la derivaron al 107″, detalló.
Luego, contó el motivo exacto de la muerte. “Primero la dieron como muerte súbita y por haber sido en el domicilio la judicializaron. Vino la Policía Forense y le hicieron la autopsia”, dijo.
Fabián, padre de la pequeña fallecida, explicó en diálogo con Canal 10: “Ella tenía un ducto, un catéter que iba al corazón, que es para que trabajara bien el corazoncito de ella. Se obstruyó el catéter y se hizo un tamponamiento cardíaco, lo cual derivó en una muerte súbita, o sea, nosotros nos levantamos, la íbamos a ver y había fallecido”.
De acuerdo con la información brindada por la familia y medios cordobeses, Cielo convivía desde muy pequeña con un diagnóstico cardíaco. Cuando tenía cuatro años, fue sometida a una cirugía para la colocación de un catéter, el cual se obstruyó, no permitió un correcto flujo sanguíneo y generó el fallecimiento.
Fabián recordó cómo era su hija: “Era una nenita normal. Tenía toda una vida por delante”. Insistió en destacar que la niña llevaba una vida activa, asistía al colegio y era hiperactiva. “Era feliz, una niña como todo niño, un angelito”, agregó.
En el plano escolar, Cielo Espinoza Salvatelli estaba inscripta en primer año del Instituto Secundario Orientado y Técnico Carlos María de Alvear, ubicado en barrio Los Eucaliptus.
En un comunicado oficial, la comunidad educativa expresó: “Con inmenso dolor queremos compartir con ustedes la triste noticia del fallecimiento de nuestra querida estudiante Cielo Espinoza Salvatelli, alumna de 1º año C. La comunidad educativa del Instituto Secundario Carlos María de Alvear acompaña a su familia, compañeros y amigos en este momento tan difícil, elevando nuestras oraciones y sentimientos de cercanía y consuelo”.
Agregaron: “El paso de Cielo por nuestra escuela, aunque breve, dejó huellas de ternura y alegría que permanecerán en la memoria de quienes compartieron con ella”.
A su vez, se sumaron al duelo para acompañar a la familia. “En señal de respeto y duelo, mañana la institución permanecerá en duelo escolar. Será una jornada de recogimiento, sin clases, dedicada a acompañar en el silencio, el cariño y la oración a la familia y a todos los que hoy sienten esta profunda pérdida. Les pedimos a las familias sostener a sus hijos con palabras de consuelo y esperanza, para que juntos, como comunidad, encontremos la fortaleza necesaria para atravesar este dolor”, aseguraron.
El caso de Cielo se suma a otras cuatro muertes súbitas de menores de edad que se registraron en las últimas semanas. Uno de los más resonantes fue el caso de Thian Toledo, un niño de 7 años que falleció durante un cumpleaños en el departamento Río Tercero.
El lamentable hecho ocurrió el lunes, alrededor de las 20 horas, mientras el menor jugaba con sus amigos. Según el relato de su madre, el nene se sentó de manera repentina en una silla y, acto seguido, perdió el conocimiento.
Por otro lado, Lautaro Maineri, un adolescente de 15 años que falleció tras descompensarse mientras jugaba al truco en la escuela Guarnición Aérea Ipet 251. Lautaro, quien se desempeñaba como arquero en el Club Atlético All Boys del barrio Rosedal, se desmayó de manera repentina, lo que provocó alarma entre sus amigos y docentes.
El fallecimiento del joven se sumó a otros dos casos recientes en la provincia. Uno de ellos sucedió en el Club Atlético San Lorenzo, del barrio Las Flores.
El joven de 13 años, que se encontraba practicando fútbol con sus compañeros, sufrió lo que sería un episodio de muerte súbita. El hecho ocurrió en la sede ubicada sobre la Avenida Concejal Felipe Belardinelli, generando profunda conmoción en toda la comunidad.