Se negó a declarar Matías Ozorio, la mano derecha de Pequeño J

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Matías Ozorio, señalado como el coautor junto a Tomy Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, del triple femicidio narco de Florencio Varela, se negó a declarar este viernes ante el fiscal Adrián Arribas, a cargo de la investigación.

Ozorio había aterrizado en el aeropuerto de El Palomar casi pisando la medianoche de este viernes. Vino desde Lima, donde fue detenido en los últimos días por la policía de Perú luego de que se emitiera una alerta de captura internacional.

La mano derecha de Pequeño J regresó a Argentina en un avión de la Fuerza Aérea Argentina y escoltado por agentes de Interpol, la PFA y la Policía Bonaerense. Se especulaba con que aceptara declarar ante los investigadores y diera detalles que permitieran reconstruir el brutal crimen de Lara, Morena y Brenda. Finalmente, optó por no hablar y fue trasladado nuevamente al penal.

Según investigadores que trabajan en el caso, no hay dudas que Ozorio estuvo dentro de la casa de Florencio Varela en la que masacraron a las víctimas de 20 y 15 años. Sospechan que llegó a la escena, con el fin de garantizar que el plan se llevara a cabo, en el VW Fox de Víctor Sotacuro, capturado en Villazón (Bolivia). En el vehículo también iba Florencia Ibáñez, sobrina del remisero.

El acusado por el triple femicidio narco arribó pasadas las 23 horas

Ozorio llegó a Argentina con dos policías del grupo GEOF lo aseguraban a sus lados. Cuando aterrizó su vuelo, uno de los efectivos le informó que había llegado a Argentina y que quedaba a disposición del Estado argentino y del Juzgado que interviene en el caso -el N°4 de Garantías de La Matanza-.

En ese intercambio, el ladero de Pequeño J se limitó a asentir con la cabeza mirando a su interlocutor. Se lo notaba tranquilo, resignado a su próximo destino: una celda. Fuentes del caso indicaron que tras esa corta comunicación descendieron del avión y Ozorio fue trasladado por agentes de la DDI de La Matanza, que intervienen en la investigación a cargo del fiscal de Homicidios Adrián Arribas.

El vuelo había salido del mismo aeropuerto, cerca de las 11 de la mañana, hizo escala en Salta para cargar combustible y, de regreso, volvió a descender en esa ciudad del norte argentino por idéntico motivo. Luego, volvió a despegar hacia su destino final.

Ozorio -a diferencia del supuesto líder de la banda que debe ser extraditado- fue expulsado de Perú, luego de ser capturado este miércoles por la Policía Nacional, con datos brindados por la Bonaerense, en un trabajo conjunto de investigación para dar con el prófugo.

La extradición de Pequeño J demandará, al menos, 60 días. Sucede que su mano derecha es argentino y no tiene causas abiertas en ese país, lo que agilizó los trámites.

En cambio, el presunto jefe narco, aunque no tiene antecedentes, es peruano y eso obliga a solicitar la extradición. Un paso judicial que no puede saltarse, pese a la premura de la investigación para traer al supuesto ideólogo del triple femicidio que estremeció al país.

El allanamiento en la casa de la abuela de Ozorio

Horas antes de rastrearlo en Perú, agentes de la División Búsqueda de Prófugos de la PFA allanaron la casa en la que Ozorio, un ex trader con muchas deudas, vivía con su abuela, de nacionalidad paraguaya, y su mamá, en la calle Iguazú, en Parque Patricios, muy cerca de la villa 21-24 y la Zavaleta.

En ese lugar, donde también encontraron a su tío, los detectives secuestraron nueve teléfonos celulares, uno de ellos, perteneciente a su madre. Todos los aparatos serán peritados en busca de más pistas que lleven al esclarecimiento del caso.