Un guacamayo murió por el disparo de una gomera en Corrientes y buscan identificar al responsable

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La muerte de Charrúa, el guacamayo rojo nacido en libertad, conmociona a Corrientes y al equipo de conservación (Fundación Rewilding Argentina)

La Fundación Rewilding Argentina confirmó el fallecimiento de Charrúa, uno de los tres guacamayos rojos nacidos en libertad en el Parque Iberá en 2023, en la provincia de Corrientes. El ave, abatida tras recibir un impacto con una gomera en cercanías de Concepción del Yaguareté Corá, falleció cuatro días después de ser hallada a pesar de los intentos veterinarios por salvarla.

El episodio despertó una conmoción entre habitantes del Iberá y el equipo de conservación, ya que Charrúa formaba parte de la primera generación de guacamayos rojos que volvían a surcar cielos correntinos tras 150 años sin presencia en la región.

Este renacer de los guacamayos en el litoral argentino demandó casi una década de esfuerzos coordinados. El proyecto, liderado desde 2015 por la Fundación Rewilding Argentina junto a la provincia de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales, fijó como meta la reintroducción del Ara chloropterus, erradicado en Argentina desde el siglo XIX.

El ave, símbolo de la restauración ecológica en el Iberá, fue abatida con una gomera tras recorrer más de 350 kilómetros (Fundación Rewilding Argentina)

En 2023, la aparición de Charrúa y sus hermanos Pampa y Toba en libertad dentro del Portal Cambyretá del Iberá marcó un antes y un después para la conservación nacional y constituyó un punto de inflexión para la biodiversidad local.

Durante los últimos meses, los tres guacamayos juveniles emprendieron una movilidad aérea notable que cubrió más de 350 kilómetros. Sus rutas, identificadas por vecinos de Villa Olivari, Isla Apipé, Loreto, Carlos Pellegrini y Concepción, encendieron celebraciones en cada localidad y fomentaron el sentimiento de orgullo por la restauración ecológica que estaba en marcha.

Sin embargo, el 29 de septiembre, la esperanza colectiva sufrió un revés. Charrúa apareció herido con una fractura expuesta y pérdida de hueso en el ala derecha, consecuencia de un proyectil compatible con gomeras.

La atención especializada en el Centro de Conservación Aguará no logró revertir el grave cuadro derivado del impacto. La fundación precisó que el equipo veterinario atendió al ave desde su hallazgo, pero la magnitud de la lesión impidió una recuperación.

La pérdida tomó especial relevancia considerando que, en 2021, el guacamayo rojo fue declarado Monumento Natural Provincial a través de la Ley Nº 6557, lo que otorga a la especie un marco de protección legal, además de establecer sanciones para quienes ocasionen daños contra estos animales.

La Fundación Rewilding Argentina denunció el ataque y destacó la importancia del guacamayo rojo como Monumento Natural Provincial (Fundación Rewilding Argentina)

En ese contexto, desde Rewilding Argentina confirmaron que se presentó una denuncia judicial para que las circunstancias sean investigadas y se determine la responsabilidad del ataque.

El guacamayo rojo cumple roles ecológicos fundamentales, al actuar como dispersor de semillas y regenerador de bosques nativos. Además, atrae el interés de turistas y visitantes, lo que contribuye al desarrollo económico de las comunidades aledañas al Iberá. En este escenario, la presencia de Charrúa, Pampa y Toba simbolizaba una restauración gradual del ciclo natural interrumpido hace más de un siglo.

Las comunidades rurales del Iberá han asumido, en los últimos años, el protagonismo en la vigilancia y acompañamiento de la fauna que retorna. Los equipos de conservación destacan la red de colaboración que se fue gestando: mensajes, fotos y videos registran cada paso de los animales y sirven como alerta ante cualquier situación anómala. Ejemplo de este compromiso resultó la acción de una familia de Concepción del Yaguareté Corá, que rescató a Charrúa y notificó de inmediato, permitiendo que recibiera atención en la tentativa de salvar su vida.

Marianela Masat, coordinadora del proyecto de reintroducción en Rewilding Argentina, aludió a este involucramiento de la sociedad con palabras que resaltaron el trabajo colectivo detrás de la historia de los guacamayos.

Detrás de la aventura de estos tres hermanos hay mucha gente que los acompañó, los cuidó y nos avisó dónde estaban. También hubo una familia que intentó salvar a Charrúa, y eso nos da esperanza: el Iberá está volviendo a ser un ecosistema completo”, dijo en diálogo con El Litoral.

De acuerdo con la propia Fundación, la muerte de Charrúa representó el primer deceso intencionado por mano humana entre los guacamayos liberados en 10 años de trabajo. El suceso renovó el llamado de las organizaciones de conservación para mantener la protección de la biodiversidad y profundizar la convivencia responsable con las especies reintroducidas.