Max Holloway descarta el boxeo a puño limpio tras la UFC: “Es realmente una locura”

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El campeón BMF prioriza la seguridad y la lógica deportiva sobre el espectáculo en los deportes de combate (Mandatory Credit: Mark J. Rebilas-USA TODAY)

Max Holloway, uno de los peleadores más destacados de las artes marciales mixtas y actual campeón BMF, ha rechazado de manera categórica incursionar en el boxeo a puño limpio tras su eventual retiro de la UFC, generando un debate acerca de los límites, riesgos y motivaciones detrás de las disciplinas de combate más extremas.

Durante una transmisión reciente en su canal de KICK, Holloway calificó el boxeo sin guantes como “la cosa más estúpida que jamás haya existido en el mundo”. “Es realmente una locura”, sentenció.

Frente a sus seguidores, el hawaiano fue enfático: aunque está abierto a considerar un posible combate de boxeo convencional en el futuro, nunca aceptaría subirse a un ring sin guantes. La contundencia de sus palabras, marca una línea divisoria respecto a lo que otros expeleadores de UFC han decidido.

La postura de Holloway contrasta con la tendencia de expeleadores de UFC que migran al bare-knuckle boxing
(Mandatory Credit: Mark J. Rebilas-USA TODAY)

A diferencia de figuras que han explorado rutas fuera de la jaula, Holloway plantea que su integridad física y la lógica deportiva está por encima del espectáculo extremo.

Su postura no solo contrasta con la de otros atletas, sino que responde a un fenómeno cada vez más visible: la migración de peleadores de alto perfil hacia circuitos de combate alternativos, impulsados por la promesa de nuevos retos y oportunidades económicas. Mike Perry y Darren Till se han convertido en rostros principales del boxeo a puño limpio.

Perry ha forjado una reputación sólida en Bare Knuckle FC (BKFC) y Till, tras dejar la UFC, mantiene un récord invicto en esta modalidad, incluyendo una victoria por nocaut contra el excampeón Luke Rockhold. Esta tendencia pone de relieve la constante reinvención de los luchadores, aunque la opción de entrar a este tipo de competencias sigue siendo profundamente divisoria.

La lógica de Holloway: mantener la línea

Holloway descarta participar en Power Slap y otras modalidades que priorizan la brutalidad sobre la técnica
(@ufc)

A pesar de ostentar fama como uno de los mejores boxeadores que ha pisado la UFC —título que autoproclamó durante su notable combate frente a Calvin Kattar en 2021—, Holloway se muestra inflexible respecto a las disciplinas extremas.

El campeón manifestó: “Cuando esté retirado, estaré retirado. Tal vez haga un combate de boxeo, pero no uno a puño limpio”. Esta perspectiva deja en claro que para él, la participación en deportes donde la brutalidad se convierte en el principal argumento resulta innecesaria y, desde su óptica, carente de sentido.

Holloway también fue tajante al rechazar otras modalidades que exploran los límites de la resistencia y el espectáculo. Power Slap, disciplina basada en intercambiar bofetadas en posición estática, fue calificada por él de “locura”.

Según relató en la mencionada transmisión: “¿Por qué querría quedarme ahí parado? ¿Tú me abofeteas y yo te abofeteo? Eso es realmente una locura”. Así, priorizó la seguridad y la lógica deportiva sobre la búsqueda de impacto mediático.

Otras visiones: McGregor y la diversificación tras la UFC

Conor McGregor impulsa el boxeo sin guantes y refuerza la diversificación de los exatletas de UFC
(REUTERS/Jon Nazca)

La visión de Holloway contrasta con la de otros históricos de la UFC. Conor McGregor, su antiguo rival, ha decidido apostar fuerte por el boxeo sin guantes e incluso asumió el rol de copropietario de BKFC el año pasado.

McGregor no solo promueve activamente la marca, sino que ha insinuado la posibilidad de protagonizar una pelea bajo las reglas de Bare Knuckle FC. Su participación refuerza la idea de que el abanico de caminos para los expeleadores de UFC es amplio, diverso y no exento de polémica.

Este contraste entre la negativa absoluta de Holloway y la inclinación de McGregor por disciplinas extremas refleja la transformación del mundo de las artes marciales mixtas.

El atractivo de estos nuevos escenarios radica tanto en la oferta económica como en la oportunidad de permanecer en el foco público una vez terminada la etapa en el octágono. El debate sobre el precio físico y psicológico a pagar al embarcarse en estas opciones, sin embargo, sigue vigente.

Seguridad, riesgo y el futuro de las disciplinas extremas

El debate sobre los límites, riesgos y motivaciones en las disciplinas de combate extremas sigue abierto
(Mandatory Credit: Mark J. Rebilas-USA TODAY)

Para Max Holloway, mantenerse al margen de deportes como el boxeo a puño limpio y Power Slap es una decisión incuestionable.

A su entender, quienes optan por este tipo de competencias demuestran una disposición a asumir un nivel de riesgo y dureza al que él no pretende someterse.

El campeón BMF prefiere limitarse a modalidades donde la técnica y la estrategia prevalezcan por encima de la mera búsqueda de espectáculo extremo.