El prodigio argentino Faustino Oro, de 12 años, quedó eliminado de la XI Copa del Mundo de Ajedrez, que se lleva a cabo en el Centro de Convenciones del hotel Resort Río, en la zona balnearia de Goa, en India. Perdió la 1ª serie de los desempates (dos partidas rápidas a 15 minutos más 10 segundos adicionales por jugada), luego de igualar el primer juego y rendirse en el segundo frente el gran maestro indio Gujrathi Santosh Vidit, de 31 años y N° 27 del mundo. No obstante, el balance de su labor fue notable y la caída no debería borrarle la sonrisa.
Si existiera la forma de tolerar la derrota en un duelo en ajedrez, acaso sea de la manera en la que lo hizo el niño argentino, quien afrontó una lucha desigual ante un rival que casi lo triplicaba en edad, lo superaba en fuerza de juego y en experiencia en torneos internacionales participaciones en olimpiadas, ciclo candidatos y otras Copa del Mundo. Pero Faustino Oro consiguió darle batalla hasta el último suspiro. A lo largo de las tres jornadas, completadas entre el martes y hoy, Faustino y Vidit disputaron cuatro partidas, con un total de 155 movimientos y casi 7 horas de juego. La paridad se quebró recién en los últimos cinco minutos.
En las dos partidas disputadas entre el martes y el miércoles último, con ritmo clásico (de 90 minutos para cada jugador), el pequeño Fausti -como lo llaman sus familiares y amigos- había logrado dos valiosos empates, tal vez alcanzando hasta ahora el punto más alto de su electrizante carrera, que comenzó hace sólo cinco años. Incluso hasta los expertos coinciden con que se había mostrado como el dominador en ambos juegos.
“Las dos partidas de Fausti y Vidit las pude ver en el viaje de regreso, y mi visión es que el indio rescató dos tablas, es obvio que fue el que estuvo más apretado”, le contó Diego Flores a Infobae, en una de las escalas de su viaje a la Argentina tras participar en la Copa del Mundo en India y caer en los desempates de la 1ª rueda frente al kazako Denis Maknev.
“Lo de Faustino es increíble; su crecimiento en el juego es de a pasos agigantados. No recuerdo en el ajedrez argentino de otros prodigios que alcanzaran su nivel, sí hubo muchos talentos y referentes, tal vez el último haya sido Alan (Pichot), pero Fausti apunta a una meta como ser campeón mundial y es algo que tal vez pueda ser real. Es el más joven que jugó una Copa del Mundo, pasó la 1ª rueda mostrando un temple inusual para su edad y le empató dos partidas pensadas a un gran maestro como el indio Vidit, que es un jugador de élite”, analizó ante Infobae el gran maestro, y cinco veces campeón argentino, Rubén Felgaer.
Por eso, para romper la igualdad entre Oro y Vidit fue necesario llegar a la jornada prevista para hoy. La organización dispuso que para quebrar la igualdad se llevarían a cabo, de ser necesario, hasta cuatro baterías de desempates. La 1ª serie con 2 juegos con ritmo rápido (15 minutos más 10 segundos para cada jugador, invirtiendo el color de piezas). Si siguiera el empate, otros dos juegos con ritmo rápido (10 minutos más 10 segundos). Si se mantenía la igualdad, la siguiente serie se daría con dos juegos con ritmo Blitz (5 minutos más 3 segundos), y por último una cuarta serie con dos partidas con formato Blitz (3 minutos más 2 segundos).

Sin embargo, no fue necesario aguardar tanto, en la 1ª serie de dos partidas, con 15 minutos de juego para cada ajedrecista, se quebró la igualdad. En la 1ª, con Faustino como conductor de las piezas negras, el empate llegó tras 41 movimientos de una apertura escocesa. Otra vez, como en los dos juegos anteriores, el maestro indio eligió la repetición de jugadas para alcanzar el empate teórico (una de las reglas del juego determina que, si se produce tres veces la misma posición durante una partida, el enfrentamiento es declarado tablas).
El resultado alentaba aún más el sueño de Faustino y sus seguidores, es que a medida que los ritmos de las partidas se fueran acortando sus chances de victoria podrían incrementarse, dado que, en ese tipo de especialidad, el niño al que la prensa europea bautizó como el “Messi del Ajedrez”, está entre los mejores del planeta, incluso sumando victorias a varios Top del mundo. Si lograba un nuevo empate, ahora como conductor de las piezas blancas, accedería a la siguiente fase donde el ritmo se acortaría en cinco minutos. Sin embargo, no ocurrió.
La 2ª partida del desempate, con Fausti llevando las piezas blancas, se trató de una apertura peón de rey de la variante italiana. Hasta el movimiento 31, el juego estaba igualado o con una leve ventaja para el más joven. Faustino mantenía el control y todo parecía encaminado para un nuevo empate, pero en el ajedrez también se gana y se pierde por tiempo, y ambos jugadores disponía de sólo un minuto para rematar la partida. En ese instante, Faustino no ejecutó la mejor jugada y a partir de entonces su rival tomó la iniciativa y poco a poco sacó ventaja de la posición. 20 jugadas después, el niño argentino le extendió su mano en señal de abandono, y el duelo terminó con la victoria del ajedrecista local.
“Más allá de la derrota el resultado de la actuación de Faustino fue muy bueno; mantuvo una lucha pareja, de igual a igual con un jugador de élite. Resolvió muy bien cada una de las partidas en las que jugó con piezas negras. En la 1ª partida del desempate jugó de manera excelente y en la 2ª, su rival allí mostró su verdadera experiencia. El juego era parejo, pero técnicamente no era sencillo, un error lo cambiaba todo. Ahí Vidit lo presionó y Fausti estuvo a una jugada de quedar algo mejor, pero no era fácil ver el movimiento y mucho menos con tan poco tiempo. Verdaderamente fue una pena porque todos esperábamos que diera el “batacazo”, pero habrá que analizar y rescatar la valiosa experiencia”, expresó Felgaer, N°3 del ranking argentino y ocho veces representante argentino en las olimpíadas de ajedrez. Y completó: “Sin dudas esta fue la primera de muchas copas del mundo que él jugará y le auguro un futuro increíble. Todos estamos ilusionados con sus próximos pasos”.
La Copa del Mundo continuará mañana con la 3ª de las 8 ruedas previstas del certamen. Ya sin argentinos porue Diego Flores e Ilan Schnaider habían sido eliminados en la 1ª rueda, sólo 64 ajedrecistas, de los 206 participantes iniciales, siguen en pie. Pese a las sorpresivas derrotas del norteamericano Wesley So y el ruso Ian Nepomniachtchi, una veintena de favoritos continuarán luchando por alcanzar una de las tres plazas que otorga la competencia para acceder al próximo ciclo de Candidatos al título mundial de ajedrez.

Para Faustino Oro fue el fin de su labor en el extranjero, la semana próxima regresará a Buenos Aires. Aquí lo esperan varias actividades. La inmediata, el 15 y 16 de noviembre visitará la ciudad de Bahía Blanca. Allí se enfrentará en match a seis partidas, tres en cada jornada, con ritmo semirrápido ante el actual campeón argentino Sandro Mareco. La exhibición se llevará a cabo en la sala Down Center (Rodriguez Peña 4985) de esa ciudad portuaria. La organización estará a cargo de la maestra Elisa Maggiolo
“Una satisfacción muy grande estar en la organización de este festival que además del duelo entre Fausti y Sandro incluye un torneo por equipos. Ojalá en el futuro pudiéramos continuar con más cosas y repetir torneos internacionales, invitando a jugadores extranjeros para que se enfrenten con nuestras jóvenes estrellas, como sucedía en los magistrales de Miguel Najdorf. Soy muy feliz de poder trabajar junto a Leandro Silva, dueño de Protegen, un aficionado al ajedrez que quiere transmitir su pasión con el armado de competencias en beneficio de los ajedrecistas argentinos”, señaló a Infobae, Elisa Maggiola, ex campeona argentina femenina y ahora organizadora de competencias ajedrecísticas.
Luego, entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre, Faustino Oro jugará la final del Campeonato Argentino Superior, y a continuación será uno de los invitados a un gran certamen magistral.
El cierre de la agenda 2025 del pequeño Fausti sigue cargada de actividades; mucho por aprender y disfrutar. Y lo más importante: sin perder la sonrisa en las duras derrotas y las grandes victorias.



