
La Justicia de Mendoza dispuso el arresto domiciliario y la colocación de una tobillera electrónica a María Amelia Albina Molina, de 82 años, quien el sábado 1° de octubre conducía un auto Volkswagen Up por la avenida Boulogne Sur Mer y atropelló a dos adolescentes. El incidente, ocurrido cerca del mediodía, provocó la muerte de Fausto Morcos, de 13 años, y heridas de gravedad para J.G., quien logró sobrevivir y pelea por su vida.
La decisión judicial, ordenada este miércoles, inhabilita a la mujer para abandonar su domicilio por cualquier motivo, mientras avanza la investigación por el hecho que ocurrió en la intersección de Boulogne Sur Mer y J. y M. Clark, en las inmediaciones del parque General San Martín, indicó el medio mendocino Los Andes.
El fiscal de tránsito Fernando Giunta imputó a la mujer por el delito de “homicidio culposo agravado por pasar un semáforo en rojo en concurso real con lesiones culposas graves agravadas”, también, por ignorar esa señal lumínica. Luego fue comunicado el requerimiento formal de prisión preventiva en los próximos días.
La reconstrucción oficial indica que, alrededor de las 13:15 del sábado, el vehículo manejado por Molina circulaba de sur a norte por la transitada avenida, hasta llegar al semáforo situado en la esquina con Clark. Según determinaron las pericias iniciales, la conductora habría ignorado la luz roja y, al avanzar, embistió a los dos menores justo cuando cruzaban la calle con luz verde para los peatones.

El impacto fue letal para Fausto Morcos, quien falleció al instante. Su compañero, J.G., sufrió múltiples fracturas y debió ser trasladado de urgencia al Hospital Pediátrico Humberto Notti.
En ese primer momento, la situación clínica del menor se consideró crítica. Permaneció internado bajo cuidados intensivos en el área de terapia intensiva del centro asistencial, con un pronóstico reservado.
“El paciente se encuentra internado en el Servicio de Terapia Intensiva. Estable”, había indicado el nosocomio, según El Sol.
Sin embargo, fuentes médicas confirmaron en las últimas horas que mostró una leve mejoría, logró despertar y fue derivado a una sala común, aunque permanece estable y bajo monitoreo estricto para evaluar la evolución de sus heridas.
Desde el Hospital Notti, el reporte más reciente resalta que el adolescente se encuentra estable y “evolucionando”, indicó Los Andes. El diagnóstico destaca la recuperación respecto al estado inicial y la respuesta positiva tras dejar terapia intensiva.

El caso adquirió especial relevancia en la comunidad de Mendoza. Instituciones vinculadas a los adolescentes expresaron su dolor y acompañamiento. La Universidad Nacional de Cuyo dispuso tres días de duelo en el Colegio Universitario Central (CUC), donde estudiaba el menor que falleció, y el club Pacífico, al que pertenecía el adolescente, organizó un homenaje en su memoria.
En el momento del accidente fatal, las primeras acciones policiales, tras el siniestro, incluyeron cortar el tránsito en la zona para coordinar el traslado urgente del menor sobreviviente, pero gravemente herido, mientras equipos de la Policía Científica y personal de Tránsito Municipal efectuaron la recolección de evidencia y realizaron el peritaje del lugar.
El procedimiento policial constató el fallecimiento del menor. La conductora del vehículo permaneció en el sitio bajo custodia y fue puesta a disposición de la justicia para esclarecer las circunstancias del accidente.
En las próximas jornadas, el Ministerio Público avanzará con la incorporación de nuevas pruebas y requerirá formalmente la prisión preventiva para la imputada, mientras que la evolución de J.G. sigue bajo observación médica constante.
El estudiante Fausto Morcos concurría al Colegio Universitario Central (CUC) y era jugador de futsal. Falleció en el lugar del accidente producto de las heridas sufridas. Su compañero fue trasladado de urgencia y sometido a una compleja intervención médica.



