
Este martes, se cumplió un mes desde que se perdió el rastro de Pedro Alberto Kreder (79) y Juana Inés Morales (69), la pareja de jubilados que fue vista por última vez en Chubut. Desde entonces, y pese a un despliegue de recursos que incluyó drones, perros especializados, tecnología de detección subterránea y recorridas por cañadones, sumideros y sectores costeros, no hubo novedades sobre su paradero.
La pareja había salido esa mañana de su domicilio rumbo a Camarones, pero el recorrido fue interrumpido abruptamente. Las cámaras de seguridad registraron su paso por la rotonda de las rutas 3 y 39 y luego camino al aeropuerto. El último registro visual los muestra sobre la calle Punta Novales, saliendo de Caleta Córdova, a las 09:50. A partir de ahí, la secuencia se corta.
La única pista concreta que se obtuvo en los días posteriores fue el hallazgo de la Toyota Hilux en la que se desplazaban. El vehículo apareció encajado en el barro el viernes 17 de octubre, en una zona alejada de la costa y de la Ruta 1, cercana a la playa Visser. Estaba cerrado con llave, sin signos de violencia en las cerraduras, pero con marcas visibles que indicaban intentos fallidos por liberarlo del terreno pantanoso.
“Estaba en el medio de la nada”, describió Lucas Cocha, jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia. La escena sorprendió a los investigadores por la ubicación y el estado del vehículo. No había huellas claras alrededor, salvo las señales de las maniobras que no prosperaron para sacarlo del lodo.

El operativo de búsqueda se orientó hacia distintos frentes. Uno de ellos fue el área de Rocas Coloradas, donde los equipos evaluaron la posibilidad de que la pareja hubiera caído en alguno de los sumideros naturales del lugar. Según explicó a Diario Río Negro, el geólogo del Conicet, Nicolás Foix, esos conductos son numerosos, de difícil acceso y con alto riesgo de colapso. “La roca es tan blanda que muchas veces termina cediendo por su propio peso”, señaló. Revisarlos uno por uno implica, además, un peligro para quienes trabajan en el rastrillaje.
Paralelamente, la zona costera también cobró protagonismo en los operativos. Allí, se desplegaron canes RH traídos desde Bahía Blanca, preparados para buscar restos humanos, según detalló el ministro de Seguridad de Chubut, Héctor Iturrioz.
El propio Iturrioz admitió que, con el paso del tiempo, las posibilidades de hallar a los desaparecidos con vida se reducen. “No es imposible, pero sí complicado”, dijo. Por eso, se sumó un grupo de Santa Fe especializado en detección de signos vitales bajo tierra o escombros. Los equipos, que suelen utilizarse en contextos de derrumbe, cuentan con dispositivos de alta sensibilidad capaces de registrar respiración o latidos.
La investigación también incluyó rastrillajes aéreos con drones, abarcando un radio de hasta seis kilómetros, y relevamientos terrestres en los cañadones que conectan con el mar. El establecimiento Lamar fue otro de los puntos claves. Allí, la encargada guio al personal policial hasta una desembocadura, donde se observaron varios objetos que, se presume, podrían haber sido arrastrados por la corriente.

Las tareas se expandieron a otros sectores del litoral provincial ante la posibilidad de que, si los cuerpos hubieran caído al mar, las corrientes los hubieran desplazado hacia otras zonas. En una de las jornadas de rastrillaje, se detectaron olores fuertes a putrefacción en la ladera de un cerro, lo que llevó a intensificar los trabajos en ese punto, aunque por el momento no se reportaron hallazgos relevantes.
Mientras tanto, surgió una línea de investigación que contempla un posible homicidio en el marco de un robo. El propio ministro Iturrioz indicó que “aparentemente fue un robo armado” y que la hipótesis de un delito “que salió mal” toma cada vez más fuerza dentro de la Brigada de Investigaciones.
Un llamado anónimo recibido por las autoridades alimentó esta versión: un hombre aseguró haber sufrido un intento de asalto en la misma zona y escapado del lugar, lo que abrió el interrogante de si la pareja llegó por sus propios medios hasta donde fue hallada la camioneta.
Las familias, por su parte, no pierden la esperanza. Desde el entorno de Kreder indicaron que evalúan contratar un experto para avanzar en la línea delictiva. En tanto, los investigadores siguen trabajando con la fiscal Fabiola López, sin descartar ninguna hipótesis. A un mes del inicio de la búsqueda, el misterio sigue intacto.



