La mamá de la joven descuartizada en Córdoba denunció la falta de apoyo institucional: “Yo hice todo lo posible”

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La joven se había mudado a la capital, para poder ejercer la prostitución

La conmoción por el asesinato de Camila Merlo, la joven de 26 años cuyos restos fueron encontrados en bolsas por un perro en Córdoba, movilizó a sus familiares en un mismo reclamo: tener justicia. Aunque su madre, Moira, confirmó que su hija tuvo una vida difícil, desde su entorno rechazaron que el caso hubiera sido producto de un ajuste de cuentas. “Jamás imaginé un desenlace así”, reflexionó. A su vez, se quejó por la falta de acompañamiento institucional que tuvo su hija: “Como mamá, hice todo lo posible”.

“No sé nada, por eso estoy acá. No entiendo nada”, manifestó la mujer, oriunda de la localidad cordobesa de Laboulaye, tras haberse enterado del macabro final que tuvo su hija. Según relató una de sus amigas, la joven se habría mudado a la capital cuando tenía 19 años, en donde habría comenzado a ejercer la prostitución.

Aunque su madre no confirmó ni desmintió esa información, sí relató que la joven había atravesado varios episodios complejos a lo largo de su corta vida. “Hace años sufrió violencia, lo que desencadenó en las adicciones”, recordó la mujer.

Durante una entrevista para La Voz en Vivo, la mamá de Camila aseguró: “Pedí ayuda siempre. Me quedo tranquila porque, como mamá, hice todo lo posible”. No obstante, denunció la ausencia de apoyo institucional, tras acusar que “nunca me ofrecieron ningún recurso, estuve sola”.

La madre de la víctima contó que había sufrido violencia de género y tenía adicciones

“Jamás pensé un desenlace así. Siento mucha, mucha bronca”, reconoció la mujer sobre la brutal forma en la que fue encontrada su hija, quien fue descartada en bolsas que serían descubiertas por un perro de una vecina del barrio General Urquiza. A pesar de esto, reafirmó su compromiso: “Hasta las últimas voy a estar siempre y voy a pedir justicia todos los días”.

El hallazgo de los restos de Camila se produjo el domingo 16 de noviembre, cuando una pareja de policías localizó un muslo con un tatuaje. Tras dar aviso a las autoridades, los forenses trabajaron para determinar si correspondían a restos humanos.

Luego de esto, la fiscal María Eugenia Pérez Moreno dispuso un nuevo rastrillaje en la zona, que concluyó el lunes 23 de noviembre. El operativo se extendió a lo largo del basural de la calle Andalucía al 3100 y permitió el hallazgo de otras partes del cuerpo, entre ellas, las manos, los brazos y las piernas, que se encontraban en dos bolsas negras de consorcio.

De acuerdo con el reporte del Departamento de Homicidios de la Policía, la identificación de la víctima se logró gracias a las huellas digitales. Previo a esto, las autoridades habían señalado que la tarea era compleja, porque no había búsquedas de personas activas en la zona y tampoco se habían presentado a reclamar el cuerpo de la joven.

Por su parte, la amiga de la víctima descartó que la muerte de Camila estuviera relacionada con un ajuste de cuentas. “Ella era una persona tan buena, tan inocente y confiada que muchas veces en la calle se complicaba discernir quién era bueno y quién malo. Ella no veía maldad en nadie”, recordó.

La zona donde fueron encontrados los primeros restos de la joven

“Llegó al Centro con una sonrisa, tratando de hablar a todas las chicas que estábamos ahí. Al principio iba y volvía. Pero siempre estaba presente con un mensajito. Ella no iba a desaparecer de la nada sin contar”, describió la joven sobre el tipo de personalidad de la víctima.

En línea con esto, la amiga lamentó profundamente la pérdida. “Si hubiera sabido que era la última vez que la iba a ver, la hubiera abrazado mucho más fuerte. Nunca me imaginé tener que salir a la calle para pedir Justicia y que se encuentre al culpable”, apuntó.

De la misma manera, hizo un llamado a la sociedad para que no se prejuzgue a Camila por su trabajo. “La gente nos encasilla a las trabajadoras sexuales. Queremos que la gente la vea como amiga, hermana, tía, como la persona que era y que no encasillen por la profesión que tenía”, reflexionó.

Respecto a las circunstancias del crimen, explicó que no manejarían una hipótesis clara, aunque consideran que Camila podría haberse encontrado con alguien conocido y que, por motivos que desconocen, la situación se desbordó y terminó en tragedia.

Incluso, detalló que la víctima trabajaba en la esquina de Maipú y Catamarca, pero que también solía estar en la zona del Mercado y en las calles Salta y Catamarca. Por esto, solicitó la colaboración de la comunidad: “Si alguien vio algo o escuchó algo raro en barrio General Urquiza, que nos llamen. Queremos que nuestra amiga descanse en paz”.