Asesino serial de Jujuy: con un nuevo homicidio, ampliaron la imputación contra Matías Jurado

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Ampliaron la imputación contra Matías Jurado y es acusado de otro homicidio

La Justicia de Jujuy amplió este jueves la imputación contra Matías Jurado, quien ahora enfrenta cargos por homicidio agravado por ensañamiento en dos hechos, tras ser acusado del asesinato de Jorge Anachuri y, recientemente, de Sergio Sosa. El ADN de dos personas desaparecidas fue confirmado en los restos hallados en la vivienda del sospechoso.

La investigación, que dirige el fiscal Regional Guillermo Beller, continúa mientras se esperan los resultados de los análisis realizados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en la casa ubicada en el sector 8 de Marzo, del barrio Alto Comedero.

Según informó el medio local Jujuy al Momento, Jurado permanece detenido en la cárcel de Gorriti y es investigado por la desaparición de al menos otras tres personas.

Durante la audiencia celebrada en la Oficina de Gestión del Poder Judicial, el acusado dialogó con el fiscal, cumpliendo así un pedido que había realizado la semana anterior. Las autoridades no descartan que, a partir de los elementos secuestrados en los últimos días, puedan sumarse nuevas víctimas a la causa.

Aún resta despejar las sospechas de que hubiera estado involucrado en las desapariciones de Miguel Ángel Quispe (60), Juan Carlos González (60) y Juan José Ponce (51).

Sergio Sosa y Jorge Omar Anachuri a la derecha de la imagen

La madre de Sosa, Rosalía Toconás, expresó su dolor tras la confirmación de la muerte de su hijo. La mujer participó de una marcha silenciosa y pacífica para exigir justicia. “Este individuo me quitó el derecho de darle a mi hijo un velorio, una cristiana sepultura”, aseguró en declaraciones a Radio 2.

La madre destacó que se siente acompañada por los fiscales y el Centro de Atención a la Víctima, que le brinda apoyo psicológico.

Sobre los instantes previos a la desaparición de su hijo, Toconás reconstruyó cómo conoció los detalles cruciales: “Yo hablé con Jesús, que le dicen ‘Piqui’, que era amigo de Sergio. Dijo que llegó un hombre y le ofreció una changa cuando estaban en la plaza de Lavalle. Y mi hijo, cuando le ofrecían una changa, iba. De esta manera, me lo pudo haber engañado”. Al momento de formalizar la denuncia, la madre aportó datos sobre el presunto autor: “Yo sabía que se había ido con un hombre blanco, gringo, de más o menos 30 a 40 años… Esa era la única pista que teníamos: que se fue con este hombre para nunca más volver”.

Toconás aclaró que su hijo no vivía en situación de calle y que, aunque tenía problemas con el alcohol, contaba con el respaldo de su familia.

Finalmente, recordó el último tiempo que compartió con Sergio en su hogar: “La última vez que estuve con el fue el jueves. Un día antes que él se perdiera. Estuvo bien. Estaba en abstinencia, estaba con nosotros. La pasamos bien. Él me decía, ‘Ma, quiero comer esto.’ Yo el consuelo que tengo, es que estuve con él los últimos días, sin pensar que al día siguiente le iba a pasar lo que le pasó”.

Identificaron los restos de Sergio Sosa en los cotejos de ADN con las muestras levantadas en la casa de Jurado

Cómo era el modus operandi del asesino serial

Según la reconstrucción de los investigadores y los testimonios recabados, presentaba una secuencia con patrones reiterados:

  • Elegía los días viernes para dirigirse a puntos donde solían encontrarse personas en situación de calle.
  • En esos encuentros, ofrecía trabajos circunstanciales —como changas en la terminal— o bebidas alcohólicas.
  • Con este método, conseguía persuadir a las personas para que lo acompañaran hasta su domicilio en el barrio Alto Comedero.
  • Una vez que accedían a entrar en la casa, las víctimas eran recibidas solo por Jurado; el adolescente que vivía con él solía retirarse.

El patio de la casa del horror

Los investigadores sospechan que, dentro de la vivienda, Jurado sometía a sus víctimas y procedía a descuartizarlas. Algunos restos humanos eran enterrados en el mismo domicilio, otros se quemaban con la finalidad de reducirlos y parte de ellos se colocaban en bolsas de consorcio que luego eran descartadas en basurales de la zona.

En el interior de la casa, las herramientas halladas por los peritos —como palas, bolsas, carretillas y ollas— formarían parte del cuadro que acompañaría este accionar por el que fue detenido.

El interior de la casa del presunto asesino serial de Jujuy