Ayer viernes, al filo de la medianoche, la identidad de “Pequeño J”, el narcotraficante acusado de ser el cerebro del bestial triple femicidio de Florencio Varela, dejó de ser un misterio. Las autoridades de la Policía Bonaerense lo reconocieron como Tony Janzen Valverde Victoriano, oriundo del departamento La Libertad, al noroeste de Perú, de 20 años de edad. Ahora, Valverde Victoriano es un prófugo: el fiscal que lo persigue, Adrián Arribas, de la UFI de Homicidios de La Matanza, pidió su captura a nivel internacional, en un expediente donde interviene la también fiscal Lorena Pecorelli, que juró en el cargo esta semana.
Ahora, ¿cómo identificaron a Valverde Victoriano? Hubo una serie de pistas, aseguran fuentes del caso a Infobae. Los cuatro detenidos en el expediente se negaron a declarar. Sin embargo, estos sospechosos hablaron extraoficialmente. El nombre del joven narco apareció allí por primera vez. Luego, Arribas llegó a un testigo clave en el expediente, que proveyó una serie de datos sumamente precisos. Poco después, obtuvo el último número de teléfono del prófugo.
Así, los fiscales requirieron la triangulación de antenas de telefonía celular. Este análisis permitió determinar que “Pequeño J” se reunió antes y después del 20 de septiembre a la madrugada -cuando Brenda, Morena y Lara fueron asesinadas- con Matías Ozorio, su presunto ladero, también buscado con una alerta roja de Interpol. Para Arribas, Ozorio estuvo presente él mismo en el triple crimen como garante de los asesinatos ordenados por el narco. Si el capo de 20 años estuvo durante los crímenes es algo que queda por determinarse.
El celular de “Pequeño J”, también, permitió en la noche del viernes allanar su último aguantadero, una cueva en Isidro Casanova, jurisdicción de La Matanza. Allí, la DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense secuestró documentación, una pistola calibre .40 y un pantalón con manchas de sangre, que podrá analizarse para determinar si esa sangre corresponde a las tres víctimas de Florencio Varela.
Arribas, por su parte, tomó contacto con autoridades peruanas, que confirmaron que Valverde tiene ya un prontuario en su país. “Al parecer, ya era bastante pesado allá”, asegura una fuente crucial en el caso.
En la noche del miércoles, la Policía Bonaerense allanó la Villa Zavaleta, en busca de “Pequeño J”, bajo la sospecha de que el narco tendría familiares allí que lo refugiaban. Se cree que Valverde entró de forma ilegal país, tal como Miguel Ángel Villanueva Silva, detenido en un hotel alojamiento a comienzos de esta semana, peruano también.
Villanueva Silva, según fuentes policiales, habría sido clave en el asentamiento ilegal de Valverde en Argentina. Tal como el joven narco, el detenido no figura en ningún expediente de la Argentina que investigue el tráfico de drogas. Con respecto a Valverde Victoriano, ni siquiera figura el apellido en fallos de primera o segunda instancia de la Justicia. Tampoco tiene parientes directos con situación migratoria legal en el páís.