
Meses atrás, Julio Moura, guitarrista del icónico grupo Virus, llegó con el gesto abatido a la fiscalía platense a cargo del doctor Gonzalo Petit Bosnic. Pidió que archiven la causa que lo investiga; Moura quería volver a tocar. El 3 de enero de este año, la Policía Bonaerense había ingresado a su casa en la zona de Villa Elisa para encontrar el cuerpo de Andrea Murillo Rojas, una mujer chilena de 53 años en el living de su casa. Moura mismo había reportado el hecho a su ex mujer.
Así, Petit Bosnic inició una causa para esclarecer la muerte, con Moura bajo investigación. El guitarrista nunca fue detenido por el hecho; según relató, Murillo Rojas, su pareja ocasional, fan de su grupo, había muerto de forma accidental, en medio de un supuesto juego erótico.
Virus, efectivamente, volverá a los escenarios. La semana pasada, el grupo anunció que realizará un show el 2 de mayo del año próximo en el teatro Gran Rex para celebrar los 40 años de su disco Locura, uno de los más importantes en la historia de la música argentina e hispanoparlante, una pieza de belleza e inteligencia pop que fue clave para expresar el deseo de liberación de los primeros años de la democracia, con canciones como Pronta entrega, Tomo lo encuentro y Sin disfraz. Las entradas para el show ya están a la venta.
La causa, en paralelo, continúa. Por lo pronto, hay una prueba que beneficia altamente al guitarrista.
El expediente hoy
Moura nunca fue imputado por la muerte; de acuerdo a su versión, Murillo Rojas envolvió su propio cuello con un lazo, atado a una viga en el techo. Las pericias digitales también revelaron otra prueba de altísima importancia para el guitarrista: tanto él como Murillo Rojas discutieron la práctica en conversaciones previas. Una fuente crucial en el expediente asegura: “Quedó certificado que la practica sexual que produjo finalmente la muerte fue consentida y planeada de antemano”.
Fuentes del caso confirmaron que el fiscal Petit Bosnic requirió a la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense que realice una última pericia en el caso, un análisis forense de secuencia fáctica que permitirá, en base a las pruebas recolectadas, reconstruir el hecho para determinar cómo ocurrió. La fecha de inicio aún no fue definida; pero es probable que la causa sea cerrada y archivada, tal como pretende el guitarrista.
Por otro lado, se espera la última parte del informe de autopsia. El estudio practicado en la Morgue Policial platense indicó que la mujer falleció, precisamente, por un ahorcamiento compatible con la soga hallada, sin otras lesiones de interés para la causa. El análisis toxicológico a su sangre dio negativo para cualquier substancia.
Ahora, resta conocer el estudio a sus órganos.



