Cuatro gendarmes fueron detenidos en Rosario tras un robo en un control vehicular

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Les encontraron el dinero a los sospechosos REUTERS/Archivo

Cuatro gendarmes fueron detenidos en la zona norte de Rosario luego de haber sido denunciados por el robo de casi un millón de pesos en un control vehicular que llevaron adelante en el barrio Nuevo Alberdi.

Los arrestos fueron realizados por sus compañeros de la propia fuerza de seguridad. Los agentes serán llevados a audiencia imputativa el próximo viernes en el Centro de Justicia Penal.

De acuerdo a los datos recolectados por el fiscal provincial Iván Enríquez, todo ocurrió este martes por la noche. Una pareja fue a un punto fijo de Gendarmería, ubicado en la intersección de Sorrento y Cullen, para denunciar que cuatro gendarmes acababan de sacarle plata en medio de una revisión de su auto.

Las víctimas señalaron que habían sido frenados por los agentes en las inmediaciones de Bouchard y Servellera y que los hicieron bajar del vehículo. Señalaron que al subir nuevamente notaron que les habían sustraído el dinero en efectivo que tenían, un monto estimado en 950 mil pesos.

El jefe de sección de Gendarmería ordenó a los cuatro gendarmes que se dirigieran al punto fijo en el móvil. Allí, se requisó el patrullero, pero no encontraron nada. Sin embargo, inspeccionaron los autos particulares de dos de los agentes y hallaron plata.

En el baúl de uno de los autos de los efectivos se secuestró una bolsa que contenía 761.200 pesos. En tanto, en el vehículo de una gendarme se hallaron 57.700 pesos.

Mientras se hacían las medidas, uno de los uniformados denunciados se fue al baño del punto fijo. En ese lugar después se incautó dinero en dos partes diferentes: en el techo, donde había 39 mil pesos, y en el interior, detrás de un ladrillo, donde se contabilizaron 196 mil pesos.

Después de secuestrar la plata, las víctimas fueron acompañadas hasta la comisaría 10ª para radicar formalmente la denuncia. Los agentes sindicados por el robo fueron aprehendidos y puestos a disposición del Ministerio Público de la Acusación.

Se presume que los cuatro agentes involucrados serán acusados por hurto e incumplimiento en los deberes de funcionario público.

Mientras ellos están detenidos, sus colegas de Formosa se dedican a derribar puentes de pasos clandestinos para evitar el contrabando.

Un operativo conjunto de la Gendarmería Nacional finalizó con la destrucción de 25 puentes clandestinos asentados en la ribera del río Pilcomayo, en la provincia de Formosa, estructuras que eran utilizadas para facilitar el contrabando y el ingreso irregular de personas por pasos no habilitados.

Según se informó, las pasarelas destruidas eran estructuras precarias de madera confeccionadas con pallets, utilizadas como cruces improvisados para eludir los controles migratorios en la zona limítrofe.

El procedimiento se desplegó sobre distintos tramos del río, que marca el límite internacional fronterizo, y apuntó a inutilizar accesos informales frecuentemente empleados para el movimiento de personas y mercadería en condiciones ilegales.

Las tareas incluyeron el desarme manual de cada una de las estructuras detectadas, con la remoción y destrucción de los materiales utilizados. Los cruces clandestinos no sólo violaban las normas migratorias, sino que además representaban un riesgo para la seguridad y el control en la zona fronteriza, donde Gendarmería mantiene presencia activa a través de recorridas periódicas.