El Arzobispado de Buenos Aires anunció nuevos nombramientos

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Arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva (Foto: Maximiliano Luna)

El Arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, oficializó este viernes una serie de designaciones en el servicio pastoral y en el gobierno de la Iglesia arquidiocesana, con el objetivo de fortalecer la organización interna y acompañar de manera más cercana a las comunidades parroquiales.

Entre las decisiones más relevantes se encuentran los nombramientos en los principales cargos de conducción:

  • Vicario general: Mons. Pedro Bernardo Cannavó.
  • Provicario general: Pbro. Alejandro José Puiggari.
  • Provicario general: Pbro. Carlos Alberto White.

Asimismo, García Cuerva designó como vicario episcopal interino de la zona Flores al presbítero Martín María Bourdieu, quien asumirá la responsabilidad pastoral en ese sector de la arquidiócesis porteña.

En paralelo, Mons. Cannavó fue nombrado administrador parroquial de la Parroquia Santa María Teresa Goretti, mientras que el presbítero Sebastián Sury asumirá como administrador parroquial de la Inmaculada Concepción de Villa Devoto.

El Arzobispo expresó su profundo agradecimiento a los sacerdotes por la disponibilidad y generosidad para asumir estas tareas, confiando sus nuevas misiones a la protección de María, Madre de la Iglesia.

“Invitamos a toda la comunidad arquidiocesana a acompañar con la oración a quienes asumen este servicio, para que el Espíritu Santo los ilumine y los renueve en su entrega generosa a la Iglesia de Buenos Aires”, concluyó el comunicado oficial.

Comunicado oficial del Arzobispado de Buenos Aires

Los cambios se enmarcan en la reorganización pastoral que García Cuerva viene impulsando desde su llegada a la sede porteña, con la intención de acercar la vida de la Iglesia a las realidades concretas de los barrios y reforzar el trabajo evangelizador en las distintas zonas pastorales de la ciudad.

En su última homilía por San Cayetano, García Cuerva le reclamó al gobierno por los jubilados y los discapacitados, y habló de “injusticia social” por parte del presidente Javier Milei.

Desde el santuario de Liniers, el prelado pidió para que San Cayetano ayude a hacer de la Argentina «una casa de reconciliación, en la que dejemos de descalificarnos, de odiarnos, de tratarnos mal, y de usar palabras que lastiman mucho”.

Esta súplica, además, subrayó la urgencia de superar la “guerra de las palabras y de las imágenes”, en línea con la exhortación del Papa León XIV sobre la importancia de la comunicación respetuosa.

Además, el mensaje central giró en torno a la parábola del hijo pródigo, utilizada para ilustrar la necesidad de reencuentro y perdón en la sociedad argentina. Se destacó que “el padre no pide explicaciones al hijo que vuelve, el padre abraza, perdona, se alegra con su regreso, se emociona al verlo volver y no quedarse embarrado entre los cerdos”. Esta imagen sirvió para reclamar una Patria donde el perdón y el abrazo prevalezcan sobre el rencor y la exclusión.

Durante la misa, García Cuerva también abordó el valor del trabajo como pilar de la dignidad humana. Se recordó que “el trabajo es un gran ordenador social, el trabajo dignifica a las personas”, y se pidió a San Cayetano por “todos los trabajadores de nuestra Patria”.

Como Iglesia, valoramos todas las formas de trabajo: el empleo formal, los emprendimientos familiares, la economía popular, el reciclado, las changas”, sostuvo ante la multitud.