El titular de una ONG que acompaña a familiares de víctimas de delitos mató a uno de los ladrones que intentó robarle en La Matanza

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Rubén Carballo, presidente de la Comisión de Acompañamiento de Familiares de Víctimas (CAFAVI), mató a uno de los seis ladrones que lo asaltaron mientras trabajaba como chofer de una aplicación de viajes. El hecho ocurrió en la noche del viernes en la localidad de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza.

Fue el propio Carballo quien contó lo ocurrido horas después a través de sus redes sociales. “Me quisieron robar trabajando con la aplicación, tristemente para ellos no tuvieron suerte porque me supe defender”, comenzó su breve relato.

Y continuó: “Eran dos adentro del auto y, cuando llegamos al destino, había cuatro más. Me llegué a cubrir la cabeza con el brazo donde recibí un disparo, maté a uno de los que me disparó y herí a otros”.

Junto a estas palabras, Carballo subió varios videos que muestran las secuelas del enfrentamiento: se lo ve con sangre en la cabeza y en su brazo izquierdo, el impacto de bala en el interior de la puerta del conductor, la ventanilla destrozada y el estéreo roto.

En otras grabaciones, además, aparecen un arma que habría llevado uno de los delincuentes y un pasamontañas, ambos en el suelo.

Todo comenzó cuando Carballo levantó a dos pasajeros en la plaza de San Justo. Los trasladó hacia la calle Osiris, en Virrey del Pino. Tal como relató, al llegar al destino otros cuatro hombres lo estaban esperando para asaltarlo.

Durante el episodio le dispararon al menos dos veces, uno de los tiros le atravesó el antebrazo. Y otro lo impactó en el pecho, pero el proyectil fue frenado por el chaleco antibalas que llevaba puesto, amplió Carballo en declaraciones a Primer Plano.

El titular de la CAFAVI dijo que se defendió con su pistola, de la que es legítimo usuario. Disparó cuatro veces antes de que se le trabe el arma, y dos de esos balazos impactaron en uno de los ladrones, quien murió. Su hermano, integrante de la banda, intentó ayudarlo y quedó detenido. El resto de los atacantes escapó y es buscado por la policía.

Carballo fue trasladado a un centro médico. “Tuvieron que esperar a que me baje la presión para darme el alta y dejarme ir a casa”, comunicó luego.

La víctima del robo, Rubén Carballo

Sobre el arma y el chaleco antibalas, aclaró que tenía la documentación en regla. También comentó que los llevaba consigo porque había llevado a su hijo a un cumpleaños y luego planeaba ir al polígono de tiro, aunque finalmente activó la app para hacer viajes de regreso hacia su casa.

La investigación del caso quedó en manos de Diego Rulli, de la Unidad Fiscal de Homicidios de La Matanza. Por el momento, la Justicia considera que Carballo actuó en legítima defensa.

La Comisión de Acompañamiento de Familiares de Víctimas fue fundada por Carballo tras el asesinato de su hijo, Rubén Orlando Carballo, un joven que murió en 2009 tras ser golpeado por la policía alrededor de un recital de Viejas Locas en la cancha de Vélez Sarsfield.

Según la ONG, la policía informó que la represión fue porque había jóvenes que querían pasar sin entrada. No era el caso del joven fallecido, quien había comprado la suya tiempo atrás y la llevaba en su bolsillo.

Aquella noche, dos chicos que jugaban a la pelota en un club cercano encontraron a la víctima inconsciente, con una severa fractura de cráneo, su hombro izquierdo destrozado y marcas de balas de goma en su torso. El joven permaneció internado en coma varios días y finalmente murió el 8 de diciembre del 2009.

La causa por el hecho quedó impune.