El viento hundió tres barcos en Caleta Olivia en medio de un temporal extremo en la Patagonia

0
8

Las ráfagas de viento perturbaron la calma en la localidad de Caleta Olivia, en el corazón de la región patagónica, durante la jornada del lunes 17 de noviembre. El fenómeno meteorológico desató un temporal intenso que dejó huellas visibles en la infraestructura y la actividad portuaria, especialmente en Puerto Caleta Paula, donde tres barcos artesanales de la Flota Amarilla –Yakisa, Barracuda y Alborada– se hundieron como consecuencia del fuerte oleaje y la violencia de los vientos, que alcanzaron velocidades cercanas a los 150 km/h.

Desde el mediodía se vivió una creciente inquietud en el área costera, cuando los responsables de la Unidad Ejecutora Portuaria de Santa Cruz (UNEPOSC) informaron que las embarcaciones habían sucumbido ante la fuerza de la tormenta. “Las condiciones meteorológicas fueron determinantes en el hundimiento”, explicaron mediante un comunicado publicado por el organismo estatal. No se reportaron personas heridas, pero la magnitud de las pérdidas materiales activó la coordinación de diversas agencias para controlar la emergencia y definir los pasos a seguir en el intento de recuperación de los barcos.

La seguidilla de efectos adversos alcanzó a otras localidades, donde la inestabilidad ambiental obligó a reforzar los mecanismos de monitoreo y prevención. La declaración del COE Provincial y la participación de Prefectura Naval Argentina en las operaciones reflejan el nivel de alerta en toda la provincia. Con la conectividad vial interrumpida y limitaciones en los servicios públicos, la rutina de la zona sufrió alteraciones que llevan a repensar las capacidades de respuesta ante este tipo de contingencias.

La UNEPOSC puntualizó que, por razones de seguridad, las operaciones deben esperar hasta que el viento disminuya y los operarios puedan ingresar a puerto sin riesgo. Los informes oficiales indicaron que las maniobras para evaluar y eventualmente recobrar las naves se realizarán únicamente cuando mejore el clima.

El temporal en la Patagonia dejó daños en la infraestructura portuaria y alteró la actividad en Puerto Caleta Paula

La severidad del evento meteorológico provocó afectaciones más allá del sector marítimo. En Puerto Deseado y en la propia Caleta Olivia el suministro eléctrico debió ser restablecido hacia la tarde, tras cortes originados por la caída de postes y cables, de acuerdo a la información difundida en las redes oficiales del gobierno provincial. La empresa Transpa permanece en terreno para avanzar con las reparaciones ante la posibilidad de nuevas contingencias en otras localidades afectadas.

Por su parte, Transener tuvo una falla por la mañana y fue rápidamente resuelta, por lo que ya no está trabajando en el terreno porque no está encargada de posibles inconvenientes con la distribución local de energía.

En rutas y caminos de la región, la circulación fue restringida en la mayor parte de la jornada. Las autoridades insistieron en no intentar traslados y recordaron la vigencia de la restricción absoluta para vehículos particulares, camiones y transporte de larga distancia, con el fin de prevenir accidentes vinculados al asfalto húmedo, la escasa visibilidad y obstáculos en la calzada. El flujo habitual de pasajeros también experimentó demoras y reprogramaciones, extendiéndose a quienes tenían previsto abordar vuelos en El Calafate. Pese a que el aeropuerto mantenía sus servicios en condiciones cercanas a la normalidad, las autoridades recomendaron a los usuarios actuar con “máximos recaudos” por el estado de las rutas de acceso.

El fenómeno impactó de manera especial en los centros urbanos cercanos al mar, donde se sucedieron llamados a los servicios de emergencia en respuesta a múltiples incidentes domésticos. El gobierno provincial informó que solo en Caleta Olivia se registraron más de un centenar de intervenciones por voladuras de techos y daños estructurales en viviendas, lo que obligó a desplegar cuadrillas de Protección Civil para asistir a las familias afectadas y a coordinar evacuaciones en las áreas de mayor riesgo. Además, parte del personal fue enviado a la localidad de Las Heras con el propósito de ampliar el alcance de la ayuda ante un escenario regionalizado de emergencia climática.

La escena se volvió motivo de preocupación para las familias de pescadores vinculadas a esta actividad y puso en primer plano la fragilidad de las instalaciones ante eventos climáticos extremos.