
Cristian Moyano, un cadete de la Policía Bonaerense, murió este sábado luego de ser víctima de una presunta golpiza dentro de la Unidad Penitenciaria N° 24 de Florencio Varela, donde estaba detenido por una denuncia de abuso sexual en el marco de una fiesta de cumpleaños a la que había asistido en el partido de San Isidro. En plena noche, el joven fue trasladado desde la prisión al hospital Mi Pueblo, donde por causas que se encuentran bajo investigación, llegó sin vida. Ante este escenario, el fiscal Christian Granados, a cargo del caso, ordenó la aprehensión de cinco agentes del Servicio Penitenciario provincial, y este lunes se esperaba que sean indagados.
Moyano, de 24 años y con varios familiares integrantes de la Policía Federal Argentina (PFA), había ingresado al penal el jueves pasado, luego de permanecer detenido en una comisaría de San Isidro.
Las fuentes del caso consultadas por Infobae confiaron que la víctima estaba preso en el pabellón de mediana seguridad 1, el cual suele ser “tranquilo” porque es donde se aloja a los internos de perfil trabajador. En medio de la noche, Moyano solicitó que lo sacaran de su pabellón y lo trasladaran al área de Sanidad, pero ante su pedido se habría desatado una fuerte discusión con agentes penitenciarios.
En este contexto, Moyano fue retirado del lugar por el personal penitenciario y a las pocas horas llegó a Sanidad “casi muerto, inconsciente”, según se desprende de los testimonios que una veintena de testigos que los investigadores recabaron esa misma noche, tanto de miembros del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) como de otros presos.
Con escasos signos vitales, el recluso fue derivado de urgencia al hospital Mi Pueblo, distante a unos 15 kilómetros de la unidad carcelaria, y los médicos de turno confirmaron su muerte.
“Tenía fracturas y golpes por todo el cuerpo”, aseguraron las fuentes del caso consultadas por este medio a la espera del informe final de la autopsia.
El estado del cuerpo de Moyano llamó la atención del fiscal Christian Granados, titular de la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) Nº 9 de Florencio Varela, especializada en delitos carcelarios. El funcionario ordenó la aprehensión de cinco agentes penitenciarios, uno de ellos, de 20 años, quien hace poco se había egresado de la Escuela de Cadetes del SPB. Además, pidió el secuestro de 20 teléfonos celulares. Todos los dispositivos serán peritados en busca de pruebas que puedan ser de valor para la causa.
Desde el SPB comunicaron que las autoridades de la Unidad Penal N° 24 y del Complejo Penitenciario Florencio Varela colaboraron con todo lo solicitado por la Justicia y desde Asuntos Internos se inició un sumario administrativo para investigar de manera interna lo ocurrido.
En simultáneo, la celda en la que se produjo el incidente -donde se incautó un elemento cortopunzante– y el sector Sanidad fueron preservados para las pericias de rigor a cargo de la Policía Científica, con la colaboración del personal de la Comisaría 5a de Florencio Varela.
A la espera de que el juez Julián Busteros, titular del Juzgado de Garantías N° 5 de Florencio Varela, convierta las aprehensiones de los sospechosos en detenciones, el fiscal Granados planeaba indagarlos este mismo lunes.
Los cinco agentes están imputados por homicidio doblemente agravado, por ser cometido con alevosía y por ser integrantes del servicio penitenciario.



