La declaración del adolescente que convivía con Matías Jurado, su tío, no solo reveló los puntos dentro de la denominada casa del horror, donde el presunto asesino serial habría enterrado y quemado fragmentos, sino que también dirigió a los investigadores a terrenos baldíos y basurales del barrio Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy, ubicados en cercanías a la vivienda.
El chico indicó que su tío descuartizaba los cuerpos de sus víctimas y quemaba los fragmentos para reducirlos. Algunas piezas quedaban desperdigadas o enterradas en el predio, mientras que otras eran colocadas dentro de bolsas que el hombre, según el testimonio del menor, arrojaba en basurales de la zona.
De esta manera, la Policía de Jujuy se abocó al rastrillaje en los alrededores en busca de más restos. Fuentes del caso confirmaron a Infobae que en uno de los procedimientos se hallaron más piezas óseas que serán peritadas al igual que las evidencias halladas en el patio de la vivienda.
El fiscal regional Guillermo Beller espera resultados forenses para vincular o descartar la participación de Jurado en otras cuatro desapariciones en la zona de hombres en situación de calle. Este lunes, el supuesto asesino serial fue imputado por el homicidio agravado por ensañamiento de Jorge Omar Anachuri, de 68 años, quien era buscado desde el viernes 25 de julio.
Al mismo tiempo, se aguarda el comienzo de excavaciones en las que participaran antropólogos. Creen que en un análisis más profundo del suelo de la casa podrían encontrar más piezas.
En tanto, los familiares de las presuntas víctimas ya se presentaron para la extracción de muestras de ADN para cotejar con el material genético que pueda extraerse en laboratorio de los huesos y tejidos hallados en la escena.
Los investigadores esperan con ansias la declaración del abuelo del adolescente, quien residía en el mismo domicilio. La familia está atravesada por adicciones y hechos de violencia. Jurado, incluso, cuenta con varias condenas por robos violentos y amenazas que cometió desde sus 17 años. La madre del menor, hermana de Jurado, en tanto, estaría en situación de calle.
Por último, las fuentes señalaron que en las últimas horas, tras la revelación del caso, aparecieron denuncias de nuevas búsquedas.
Tras su detención, se evaluó la posibilidad de que Jurado fuera inimputable. Sin embargo, los peritajes determinaron que el acusado comprendía la criminalidad de sus actos en el momento de los presuntos homicidios. Esta conclusión permitió avanzar con la imputación y la solicitud de prisión preventiva.
Ahora lo investigan por los presuntos crímenes Juan Carlos González (60), Juan José Ponce (51), Miguel Ángel Quispe (60) y Sergio Alejandro Sosa (25), cuatro hombres en situación de calle que desaparecieron sin dejar rastro.
La investigación
La investigación reveló que Jurado ofrecía a las víctimas un supuesto empleo como maleteros en la terminal de ómnibus. Una vez que lograba ganarse su confianza, los invitaba a su vivienda con la excusa de compartir bebidas alcohólicas.
Las víctimas, de manera voluntaria, subían a un remis o taxi junto al sospechoso. Según la reconstrucción de los hechos, una vez dentro de la casa, Jurado los asesinaba y luego descuartizaba los cuerpos para deshacerse de ellos de forma macabra.
Entre las pruebas reunidas, destaca el hallazgo de restos óseos, piel humana y prendas de vestir en la vivienda de Jurado.
El testimonio del sobrino del acusado resultó determinante. El adolescente relató que todos los viernes Jurado se reunía con distintas personas, consumían alcohol y, posteriormente, le pedía que se retirara porque “pasaban cosas malas”. Esta declaración, sumada a la evidencia material y los registros de cámaras de seguridad, consolidó la acusación en su contra.
Vecinos del barrio describieron a Jurado como una persona violenta, con antecedentes de conflictos en la zona. Además, el acusado estuvo preso en varias ocasiones y recibió varias condenas por robos violentos con armas, la primera siendo menor de edad, a los 17 años, y la más reciente en 2018, con una sentencia de tres años y cuatro meses. Desde 2021, se encontraba en libertad.
Actualmente, se encuentra alojado en el penal de Gorriti, en la ciudad de San Salvador de Jujuy.