La investigación por el brutal triple femicidio narco de Florencio Varela cometido diez días atrás continúa con nuevas pistas para hallar a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, acusado por el fiscal Adrián Arribas de ser el ideólogo de las muertes de Brenda, Morena y Lara.
En las últimas horas, Arribas recibió noticias de un mensaje anónimo, una carta que llegó a la Comisaría 4D de la Policía de la Ciudad, ubicada en la calle California, ubicada a 30 cuadras de la villa Zavaleta, que las autoridades allanaron en busca del elusivo capo.
Allí, el supuesto autor, un joven, aparentemente, aseguraba que “Pequeño J” -cuya identidad fue ratificada por los archivos de Interpol- es el culpable y que, efectivamente, es un narco. Arribas, parte de la UFI de Homicidios de La Matanza, que investiga el crimen junto a la también fiscal Lorena Pecorelli, ordenó secuestrar la misiva y relevar las cámaras de la dependencia policial para encontrar al misterioso mensajero.
El Volkswagen Fox usado como auto de apoyo en la noche del hecho, aseguran fuentes del caso a Infobae, fue encontrado en la zona de Quilmes, donde la banda lo ocultaba. Una fuente cercana a los acusados entregó el dato que permitió hallarlo. El vehículo ya fue preservado en una DDI de la Policía Bonaerense y se le realizarán pericias forenses en busca de nuevas evidencias.
El rastro del número dos de “Pequeño J”
En paralelo, Arribas ordenó allanamientos realizados entre el domingo y el día de ayer por la División Búsqueda de Prófugos de la PFA y el área de Casos Especiales de la Bonaerense en las villas 1-11-14, la Zavaleta de Barracas y la zona de Merlo. En territorio porteño, los detectives allanaron el domicilio de Florencia Ibáñez, sobrina de Victor Sotacuro, acusado de ser el chofer del Volkswagen Fox, que ya se había presentado ante la Justicia. Irónicamente, la joven fue arrestada mientras daba una entrevista a canales de televisión.
En Merlo, los detectives siguieron el rastro de Matías Ozorio, acusado de ser uno de los principales laderos de Tony Janzen Valverde, prófugo con una circular roja de Interpol tal como su presunto jefe: ambos están acusados del delito de homicidio agravado por premeditación, ensañamiento, alevosía y violencia de género.
Una activación de una billetera virtual vinculada a Ozorio apuntó a un sector en la zona oeste del conurbano. Sin embargo, cuando los detectives llegaron, Ozorio no estaba allí. Fuentes del caso creen que podría haber sido activado por un tercero, tal vez, para despistar a los investigadores.
En la villa Zavaleta, precisamente, viven la madre y la hermana de Ozorio, confirman investigadores. Las mujeres fueron encontradas en sus casas. El acusado, sin embargo, no estaba allí.
Ahora, ¿por qué Ozorio es tan importante en la trama?
En el marco del caso, los fiscales requirieron la triangulación de antenas de telefonía celular. Este análisis permitió determinar que “Pequeño J” se reunió antes y después del 20 de septiembre a la madrugada-cuando Brenda, Morena y Lara fueron asesinadas- con Ozorio. Arribas sostiene que Ozorio estuvo presente él mismo en el triple crimen como garante de los asesinatos ordenados por el narco.
Si el capo de 20 años estuvo durante los crímenes es algo que queda por determinarse. En la casa de un familiar que usaba como aguantadero, ubicada en la zona de Isidro Casanova, la Policía Bonaerense halló un conjunto de gimnasia con una posible mancha de sangre en el pantalón. Por las condiciones de la fibra de la tela, los investigadores coinciden que será difícil recuperar una muestra de ADN. Si esto ocurre y es una muestra viable, se podrá cotejar con la sangre de las tres víctimas. Un resultado positivo agravaría aún más la imputación de “Pequeño Jota”.
Victor Sotacuro, por su parte, será indagado en la jornada de hoy junto a sobrina Florencia, que viajaba en la caravana de la muerte hacia Florencio Varela.