
La historia judicial de D.D.C., el empresario panadero detenido por vinculaciones con la organización narco residual del Clan Villalba que operaba en villas de San Martín, arrancó mucho antes de su arresto reciente en Almagro, cuando la Policía Federal le encontró 490.100 dólares en una caja de seguridad a su nombre.
Según pudo saber Infobae, el acusado tuvo varias causas previas. Dos de ellas terminaron en 2015 con una condena única por falsificación de documento público en concurso con tenencia ilegítima de documento nacional de identidad ajeno y facilitación de un lugar para actividades vinculadas al tráfico de estupefacientes.
La sentencia quedó asentada en los registros del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Buenos Aires, que le impuso al acusado tres años y ocho meses de cárcel, tras una primera causa por falsificación de documento público en la que había recibido un año de prisión en suspenso.
Los antecedentes no se restringen a esos hechos. En los documentos que este medio pudo analizar se deja constancia de que uno de los expedientes más antiguos terminó en 1997, en un proceso donde el tribunal dispuso dejar sin efecto una orden de captura y cancelar la rebeldía declarada pocos meses antes.

D.D.C., de 58 años y oriundo de Santa Fe, fue arrestado el viernes pasado mientras caminaba por la zona de avenida Corrientes y Gascón, en Almagro. Al momento de la detención, vestía ropa informal y llevaba encima un teléfono celular antiguo, 262.700 pesos en efectivo, un dólar y 15 reales brasileros.
Los policías, además, le encontraron un morral con 31 tarjetas de crédito y débito a su nombre y seis llaves distintas. En el operativo también detuvieron a su pareja, una joven de 23 años, en un departamento cercano.
El empresario está al frente de una firma dedicada a la venta de pan y productos de panadería y figura como propietario de al menos dos o tres locales, según se pudo reconstruir a partir de documentos y redes sociales.
En su perfil de Facebook se presenta como un militante peronista y, en su formación académica, consta que estudió jardinería y que llegó hasta tercer año de Derecho en la UBA.

Los casi 500 mil dólares en efectivo fueron encontrados en la caja de seguridad bancaria a su nombre, en una sucursal ubicada sobre la avenida Rivadavia.
En el marco de los operativos, los investigadores también secuestraron máquinas para contar billetes, una balanza digital, once teléfonos celulares, más de 80 mil pesos en efectivo y cuatro dispositivos para conteo de dinero, además de identificar que el acusado manejaba grandes sumas en distintas divisas.
Un informe judicial de abril de 2024 en poder de las fuentes del caso da cuenta de transferencias realizadas por D.D.C. a un funcionario del Servicio Penitenciario Federal, que fue señalado por ingresar teléfonos, chips y bebidas a la cárcel de Rawson, para hacerlas llegar a Miguel Ángel “Mameluco” Villalba.

El agente penitenciario, L.M.F., habría utilizado cuentas de personas cercanas para cobrar esas entregas, con maniobras que involucraban a parejas y familiares en el uso de cuentas bancarias. Entre las transferencias relevadas por los investigadores figura una de 120.000 pesos hecha desde una cuenta atribuida a D.D.C. en 2021.
La ruta de los inmuebles también aparece en la documentación de la causa. D.D.C. fue inquilino habitual de diferentes departamentos en la Ciudad de Buenos Aires, y en propiedades donde estuvo vinculado se incautó droga, efectivo y hasta se detuvo a otros integrantes de organizaciones narco.
Según los registros, llegó a realizar más de una decena de operaciones inmobiliarias, y uno de esos incidentes terminó, años atrás, con una condena a otro integrante de la red narco, siempre en entornos donde se movían grandes cantidades de estupefacientes y dinero.



