Quién era Miguel Ángel Berlini, el hombre que murió tras hacerse un implante dental

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El procedimiento odontológico se extendió varias horas y terminó con un paro cardiorrespiratorio que resultó fatal para Berlini

Miguel Ángel Berlini falleció el miércoles pasado, tras un procedimiento odontológico en una clínica del barrio porteño de Belgrano, en circunstancias que la Justicia aún investiga. Tenía 64 años, residía en Villa Adelina -localidad repartida entre los partidos bonaerenses de San Isidro y Vicente López- y su historia personal quedó abruptamente marcada por la tragedia.

En vida, Berlini sostenía una rutina atravesada por el trabajo, su familia y la naturaleza. Dedicó gran parte de su carrera profesional a la pastelería, pero, en los años más recientes, alternaba su oficio con la conducción en una aplicación de viajes.

Por fuera de lo laboral, sus momentos libres los pasaba junto a sus hijas y solía viajar de vacaciones por distintos rincones del país. Demostraba un especial encanto por la Patagonia, región a la que consideraba un refugio de paz y naturaleza.

La hermana de Berlini denunció irregularidades en la atención y la falta de información sobre la existencia de terapia intensiva

Su perfil en redes sociales funcionaba como álbum familiar: fotos, anécdotas y palabras dedicadas a sus dos hijas. Con frecuencia, exhibía los paisajes del sur argentino que le gustaba recorrer.

Berlini acudió a la Clínica Robles, ubicada en Virrey del Pino al 2530, para mejorar su sonrisa mediante un implante dental. El procedimiento, que comenzó temprano por la mañana, se extendió a lo largo de varias horas. Según testimonios de su hermana, Alejandra, estuvo acompañándolo desde las 8. “Él lo que se iba a hacer eran unos implantes”, señaló en diálogo con la prensa.

A mediodía, la médica le manifestó a Alejandra que se llevarían a Miguel a terapia intensiva para escanearle la boca. El dato no tardó en generar inquietud: “Me llamó la atención que lo lleven a una terapia para escanear”, expresó.

Según la investigación, Berlini permaneció inconsciente tras la intervención odontológica. Los dos médicos presentes –un cirujano maxilofacial de 47 años y un cirujano plástico de 57– intentaron reanimarlo por medio de maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero sin resultado. Personal del SAME constató la muerte a las 16:40.

Su hermana recordó el mensaje que recibió mientras aguardaba novedades: “Chicas, tenemos que decirle algo… Cuando lo estábamos terminando de suturar, Miguel sufrió un paro cardiorrespiratorio”.

Horas después, la reacción de Alejandra reflejaba el desconcierto y la indignación frente al episodio. “Yo estaba en la comisaría y la fiscalía ordenó que no sea cremado por lo menos por tres meses, porque necesitan seguir con la investigación, eso me da algo de esperanzas”, contó en diálogo con la señal TN.

Miguel Ángel Berlini era padre de dos hijas, amante de la Patagonia y alternaba su oficio de pastelero con la conducción de viajes

Asimismo, ante los medios relató el comportamiento de una de las enfermeras: “Una enfermera se apersonó a la habitación y decía, ‘chicas, no hagan la autopsia. Porque es abrirlo…’. Trataron de evitar que hiciéramos la autopsia”.

A mi hermano no me lo van a devolver. Sí, me lo van a devolver, obviamente, pero muerto. Yo quiero justicia, porque esto le puede pasar a cualquiera”, remató con angustia y bronca.

Alejandra remarcó sus dudas sobre el funcionamiento del centro médico. Solicitó explicaciones respecto a los protocolos y la estructura interna, en especial sobre la habilitación del quirófano y la existencia real de una terapia intensiva. “Me dijeron que el quirófano está clausurado y yo no tengo acceso para saberlo. Ni siquiera sé si hay un quirófano como corresponde o si hay terapia intensiva”, explicó.

Su relato agregó que el escaneo, según escuchó, debería haber sido realizado en el mismo dormitorio. “Se hace ahí porque es una pavada hacerlo. Pero no, me dijeron que se lo llevaban a terapia intensiva para hacerlo. Todo muy por encimita”, concluyó.

El operativo judicial derivó en la detención de los dos médicos involucrados, bajo la órbita de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº59, a cargo de Laura Belloqui. Además, la clínica fue clausurada de manera preventiva, aunque la familia denunció falta de información precisa sobre el alcance de la medida.

“Nos dijeron que lo que estaba clausurado es el quirófano, que me parece irrisorio. El doctor Robles y el doctor Galeano están detenidos. Yo no lo puedo comprobar. La clínica está abierta”, sostuvo Alejandra al declarar ante los periodistas.

Mi hermano vino a buscar acá una sonrisa y encontró la muerte en esta clínica con estos dos médicos o carniceros o como quieran llamarles”, concluyó Alejandra, quien reclama justicia.