Durante este fin de semana, Mar del Plata vivió un repentino cambio de emociones en menos de 24 horas. El sábado la ciudad disfrutó de un acto donde se celebró la restauración de la Escalera Imperial de la costa marplatense, pero ya en el amanecer del domingo el monumento fue vandalizado y le provocaron roturas en la estructura.
El hecho fue denunciado por el propio intendente de la ciudad, Guillermo Montenegro, quien en sus redes sociales confirmó que realizarán una denuncia penal para dar con los responsables del hecho. «No merecen vivir en Mar del Plata“, lanzó.
«Al día siguiente de la inauguración de la Escalera Imperial rompieron los copones y aplastaron las plantas. Es un despropósito de los inadaptados que no merecen vivir en esta ciudad hermosa. No pueden destruir así las cosas como si no valieran nada. Estuvimos ocho meses con la obra de esta maravilla para recuperarla“, continuó.
Y agregó: «La disfrutaron cientos de marplatenses ayer escuchando la historia, viendo el espectáculo. Vamos a hacer la denuncia penal para que se investigue a esta gente que no tiene aprecio por el esfuerzo, ni la historia, ni el dinero, ni el tiempo que representa este ícono. Y como tienen tan poca neurona y su vida vale tan poco porque son cabezas de termo creen que tienen que ir a dejar marcas en las cosas que son de todos“.
De acuerdo a las imágenes que se difundieron en las últimas horas, lo más afectado eran unos copones que se colocaron al costado de la escalera que baja a la zona del Paseo Hermitage, entre la Playa Brístol y el Torreón del Monje.
La jornada del sábado había reunido a decenas de vecinos y autoridades frente al mar para presenciar la reinauguración de la Escalera Imperial, en un evento que incluyó la participación de la Guardia del Mar y de la Banda de Música del Área Naval Atlántico.
El acto se desarrolló en el Paseo Hermitage, donde se destacó la recuperación de uno de los monumentos más emblemáticos del patrimonio costero. Entre los presentes estuvieron el intendente Guillermo Montenegro; el empresario Florencio Aldrey; los concejales Agustín Neme, Emiliano Recalt y Horacio Taccone; el titular del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur), Mariano Bowden; el presidente del Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emtur), Bernardo Martin; y la directora de Restauración de Monumentos Históricos, Costanza Addiechi.
Durante el acto, se vieron a personajes caracterizados que recrearon escenas de la belle époque y relataron los detalles de la obra, cuya ejecución demandó meses de trabajo para devolverle esplendor a uno de los puntos históricos más transitados de la ciudad.
La restauración incluyó la reconstrucción de los 90 metros de pasamanos, la restauración de los balaustres, escalones, descansos y pilares. Quince farolas—trece simples y dos con doble luminaria—fueron instaladas para acompañar la ornamentación e iluminar la escalera y su entorno. En cada uno de los pilares recubiertos con piedra de canteras locales se dispusieron antiguos copones, recreando las juntas y los acabados distintivos de principios del siglo XX.
La pieza central de la Escalera Imperial es un copón francés sobre pedestal de piedra martelinada, de enorme valor histórico, que llegó a la Argentina en 1909 por encargo del paisajista Carlos Thays. Durante la jornada, un video proyectado en una pantalla gigante mostró imágenes del proceso de restauración, que llevó un total de tres años bajo la dirección de Costanza Addiechi y la participación de equipos municipales de Obras Públicas y Espacios Verdes, en articulación con el sector privado.
“Estoy muy emocionada por el trabajo que hicimos”, expresó Addiechi al referirse al cierre de esta etapa de puesta en valor. Tras sus palabras, el sacerdote Ezequiel Seim bendijo la estructura restaurada y convocó al público a rezar un Padre Nuestro.
El valor simbólico de la Escalera Imperial se remonta al nacimiento del primer paseo costero de la ciudad. El propio Carlos Thays (bisnieto del creador de la escalera) acompañó el proceso de restauración y estuvo presente en la ceremonia. “Me tocó muchas veces caminar por parques creados por mi bisabuelo y viví esta sensación extraña del tiempo, de estar caminado por ese sueño de un antepasado, cien años después”, dijo.
“Créanme que es bastante difícil de explicar pero es una sensación muy feliz. Muchas veces sucedió con los parques, pero nunca me sucedió bajar una escalera y que me lleve a uno de los paisajes más fascinantes que le ha tocado al ser humano que es el mar”, relató ante los presentes. Alumnos del Instituto Industrial Pablo Tavelli y del Instituto de Formación Docente Municipal N°19 descubrieron placas conmemorativas por su participación en la señalización de sitios históricos. Después, la banda musical de la Armada interpretó varias piezas y fue acompañada por las palmas del público.
La historia de la Escalera Imperial la ubica como el último vestigio del antiguo Paseo General Paz, el primer corredor turístico costero de Mar del Plata, diseñado por el paisajista francés Carlos Thays en 1903. El paseo original abarcaba desde la actual Plaza Colón hasta las explanadas Sur y Centenario, extendiéndose hacia la costa.
El copón francés y la ornamentación integral estaban inspirados en modelos europeos, aportando un sello distintivo al frente marítimo de la ciudad. Gracias a la colaboración entre áreas municipales y aportes privados, la restauración recuperó el esplendor de este testimonio de la historia urbana marplatense.