La inseguridad volvió a impactar en el corazón de la ciudad de La Plata. Durante la madrugada de ayer martes, un grupo conformado por cuatro delincuentes armados y con el rostro cubierto irrumpió en una vivienda ubicada en la zona de Plaza Malvinas y desvalijó a dos jubiladas.
El ataque generó conmoción entre los vecinos y reavivó la preocupación por el incremento de robos violentos en la ciudad.
El hecho ocurrió cerca de las 3.30 en un domicilio de la calle 20 entre 55 y 56 de la capital provincial. De acuerdo con la reconstrucción del hecho, los asaltantes aprovecharon la quietud de la noche y entraron con sigilo a la propiedad, donde sorprendieron a las moradoras, dos mujeres de 67 y 75 años, que dormían en el momento del ingreso. Las víctimas se vieron sometidas a amenazas directas.
Hasta el momento, no se registran detenidos por el episodio, que fue calificado como “robo agravado en poblado y en banda” y quedó en manos de la UFI N° 9 del Departamento Judicial La Plata. Por esto mismo, la Policía realiza peritajes y recorre el barrio en busca de pistas para identificar y capturar a los responsables, según informó el portal 0221.
Los delincuentes vestían ropa oscura, guantes y llevaban el rostro cubierto para evitar ser reconocidos. Una vez dentro, uno de ellos inmovilizó a la dueña de casa, le tapó la boca y le ordenó silencio diciendo que pertenecían a la DDI (Dirección Departamental de Investigaciones), una táctica empleada para confundir a las víctimas e intimidarlas aún más.
Mientras uno de ellos portaba un handy y aparentemente seguía comunicaciones con posibles cómplices o vigilantes externos, los otros tres recorrieron minuciosamente cada ambiente de la casa en busca de efectivo y objetos de valor. En cuestión de minutos, los delincuentes revolvieron todos los ambientes de la casa hasta que uno de ellos localizó una caja empotrada en una habitación de poco uso.
En ese lugar encontraron 300.000 pesos en efectivo, el principal botín del asalto. Según trascendió, la selección de la habitación y el hallazgo refuerzan la hipótesis de que la banda podría haber contado con información previa sobre el manejo y almacenamiento de dinero en ese domicilio.
En línea con el relato de las víctimas, se pudo saber que se escuchaban voces femeninas a través del handy que portaban. De igual forma, las autoridades todavía no pudieron determinar si respondía a un intento de comunicación con integrantes fuera de la vivienda o formaba parte de una estrategia para aumentar el desconcierto de las víctimas.
Al huir, los asaltantes escondieron los teléfonos celulares de las jubiladas debajo de una cama, dificultando que pudieran pedir auxilio con inmediatez y ganando tiempo para escapar antes de que cualquier alerta movilizara a la policía o a vecinos. El grupo abandonó la escena por la puerta principal, sin dejar rastros reconocibles y sin que se registre el número o características de algún vehículo en el perímetro.
La causa quedó radicada en la Unidad Funcional de Instrucción N°9 que conduce la investigación y analiza las pruebas. Autoridades judiciales no descartan que los delincuentes formen parte de una banda especializada en robos domiciliarios a personas de la tercera edad y evalúan antecedentes similares registrados recientemente en otras zonas de La Plata.
Delincuentes amenazaron a jubilados con un destornillador y se llevaron todos sus ahorros
Este hecho no es un caso aislado, puesto que las entraderas es una modalidad habitual de robo en La Plata. De hecho, hace unas semanas, una pareja de jubilados de la localidad de Tolosa vivió una noche de extrema violencia, cuando tres delincuentes encapuchados ingresaron a su vivienda y permanecieron allí más de dos horas. Armados con un cuchillo y un destornillador, los asaltantes sometieron a las víctimas y se llevaron dólares en efectivo.
El asalto tuvo lugar alrededor de las 22 horas en una vivienda ubicada en calle 5 entre 527 y 528. Según la reconstrucción inicial, dos de los asaltantes sorprendieron a la mujer de la pareja en la planta baja. La redujeron rápidamente y la obligaron a subir hasta la habitación, donde el tercer delincuente ya mantenía retenido al esposo.
Ambos fueron sometidos con suma violencia. Los atacantes actuaron de manera coordinada y con amenazas explícitas, utilizando un cuchillo y un destornillador como armas intimidatorias.
Durante más de dos horas, los ladrones realizaron preguntas insistentes sobre el dinero y los objetos de valor que podrían estar ocultos en la vivienda. Finalmente, la pareja entregó la llave de una caja fuerte que contenía 3.000 dólares. Luego de tomar los ahorros, los delincuentes se llevaron también la llave de la casa y el dispositivo de grabación de las cámaras de seguridad. Se dieron a la fuga y son intensamente buscados por la Policía.
