
Un incendio registrado ayer por la noche en el pabellón B1 de la Alcaidía General N°1 de la ciudad de Salta dejó como saldo 18 personas lesionadas, de las cuales seis permanecen internadas en terapia intensiva, con pronóstico reservado.
El hecho es investigado por el fiscal penal N°1, Pablo Paz, quien tomó intervención tras ser notificado del siniestro y se encuentra a cargo de las actuaciones judiciales para determinar las circunstancias y eventuales responsabilidades.
Según informó el Ministerio Público Fiscal a través de un comunicado oficial, el fuego se desató alrededor de las 22 horas del domingo en una de las celdas de la planta baja del pabellón B1.
De inmediato, se activaron los protocolos de emergencia y se dio aviso al Grupo de Operaciones del Servicio Penitenciario de Salta (SPPS), al Servicio de Emergencias Médicas y a los Bomberos de la Policía de Salta, quienes lograron sofocar el incendio y asistieron a los internos afectados por quemaduras y exposición a monóxido de carbono.
En total fueron 14 los internos que requirieron asistencia médica inicial, y seis de ellos fueron derivados a terapia intensiva en hospitales públicos de la capital salteña. No obstante, el número de traslados aumentó posteriormente a 18, conforme fue evolucionando la situación clínica de los reclusos. Los pacientes fueron derivados a los hospitales San Bernardo, Señor del Milagro y Papa Francisco, según confirmaron fuentes del caso. Algunos de ellos fueron dados de alta durante la mañana del lunes, mientras que otros permanecen internados en observación.

El director general del Servicio Penitenciario, Enrique Torres, brindó una entrevista a Radio Salta en la que ofreció detalles sobre el origen del incendio. Según relató, todo comenzó con una pelea entre internos dentro de una celda. “Se produjo un incidente, en principio, en una celda del pabellón B, primera planta de la Alcaidía General. Este primer incidente relaciona a una agresión mutua entre tres internos”, explicó Torres.
Luego de disuadir esa situación, el personal penitenciario detectó otro conflicto en una celda contigua, donde “los detenidos habían colocado colchones, toallones en la reja de acceso” y obstruido los mecanismos de apertura. En ese lugar, se desató el foco ígneo, que fue atribuido a la quema intencional de colchones y prendas.
Torres sostuvo que el personal logró ingresar pese a los obstáculos y evacuó a los 25 internos que se encontraban en esa celda. “El personal penitenciario actuó conforme a los protocolos establecidos y logró evitar una tragedia mayor”, dijo. También confirmó que cuatro efectivos del Servicio Penitenciario resultaron con lesiones en miembros superiores, inferiores y en el tórax, producto de golpes con elementos contundentes, y que fueron trasladados a clínicas privadas para su atención. A ellos se sumó un agente de policía que sufrió una herida en el rostro producto de una pedrada durante los disturbios ocasionados por familiares en el exterior de la alcaidía.
Por prevención, se trasladó a los internos del sector afectado a la Unidad Carcelaria 1 del penal de Villa Las Rosas, mientras se llevan a cabo peritajes en el área donde se originó el fuego. El lugar quedó inutilizado debido a la presencia de residuos tóxicos y hollín. Personal de Criminalística del Cuerpo de Investigaciones Fiscales trabajó en el abordaje de la escena, en busca de elementos que permitan identificar con precisión el origen del incendio.

El fiscal Paz indicó que se están cumpliendo todas las medidas necesarias para esclarecer el hecho y que, “ante la gravedad de lo sucedido, se girarán las actuaciones a la Unidad de Graves Atentados contra las Personas”, en el marco de lo dispuesto por el artículo 186 inciso 4 del Código Penal, que sanciona a quien cause un incendio poniendo en riesgo la vida de otras personas.
Desde la Dirección General del Servicio Penitenciario, se informó que el área de Asistencia Social notificó durante la madrugada a los familiares de los internos trasladados y brindó detalles sobre su estado. Sin embargo, en las inmediaciones del penal, se produjeron escenas de tensión entre familiares que reclamaban información y denunciaban falta de respuestas por parte de las autoridades penitenciarias.
El hecho ocurre en un contexto de sobrepoblación carcelaria. Tal como reconoció el propio Torres, la Alcaidía General fue diseñada para alojar a 350 personas, pero actualmente alberga a más de 830. “Es uno de los factores que generalmente puede generar este tipo de situaciones”, admitió el funcionario, aunque aclaró que ya está en marcha un proyecto de ampliación que contempla la incorporación de 400 nuevas plazas. También se planifica la instalación de módulos de alojamiento en otras localidades, como Tartagal y Orán, así como un complejo penitenciario en Metán, en coordinación con el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Mientras avanza la investigación judicial, el Servicio Penitenciario también inició un sumario administrativo interno para determinar cómo se originó el incendio y qué elementos fueron utilizados para iniciarlo. Según Torres, los colchones utilizados no eran ignífugos. “El Servicio Penitenciario no cuenta en todos los sectores con este tipo de colchones”, explicó. La evolución de los pacientes permanece bajo seguimiento médico y las condiciones del pabellón afectado continuarán siendo evaluadas por peritos.



