Un testigo del doble femicidio en Córdoba brindó detalles estremecedores del accionar de Pablo Laurta el día del hecho

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Un vecino del barrio de Villa Serrana, la localidad cordobesa donde se perpetró el doble femicidio de Luna Garnier (24) y su madre Mariel Zamudio (50) brindó un testimonio impactante sobre los momentos previos y posteriores al crimen que conmociona a todo el país.

Su relato reconstruye con precisión cómo Pablo Laurta, detenido por el hecho en Gualeguaychú, actuó con total frialdad tras el ataque. Los detalles resultan fundamentales para la investigación.

“Eran las nueve de la mañana. Yo estaba trabajando en el patio trasero de mi casa cuando escuché una detonación. En ese momento no le di importancia; pensé que podía haber sido una chapa que se cayó o los perros”, relató el testigo en diálogo con TN.

Hoy, con el diario del lunes, uno entiende lo que pasó, pero en ese momento no imaginé nada. No se escucharon gritos ni ruidos extraños, así que seguí trabajando”, agregó el hombre, que vive en la casa lindera a las víctimas.

Cinco minutos después de ese primer estallido, el vecino vio algo que hoy le resulta imposible de olvidar. “Vi a este hombre pasar con Pedrito (el hijo de Luna) caminando de la mano, por la calle San Pedro. Iban como si nada, tranquilos, como un padre que lleva a su hijo a la plaza. Doblaron por la calle Chimu y estuvieron un rato esperando un taxi. El coche llegó a los pocos minutos, se subieron y se fueron, como si no hubiera pasado absolutamente nada”, contó.

El testigo remarcó la calma del agresor: “Estaba como si saliera a comprar al almacén. Nunca imaginamos la barbaridad que había cometido”.

Las víctimas del doble femicidio: Luna Garnier y Mariel Zamudio

El vecino aseguró que conocía al femicida hace varios meses. “Sí, lo conocimos porque el año pasado, en octubre, tuvo una secuencia muy fea: estuvo varios días durmiendo sobre el tanque de agua de la casa, acosándola a Luna. Mariel pedía auxilio, gritaba desesperada. Me asomé y le pregunté si era su yerno, y ella me gritó: ‘No, no, por favor, auxilio’. Entonces intervine, lo insulté y él salió corriendo. Se subió a una Toyota Hilux que tenía estacionada a la vuelta y se dio a la fuga”, recordó.

Ese episodio fue clave para entender el perfil del agresor. “Era una persona peligrosa, con una mente calculadora. Todo indica que planificó lo que hizo”, señaló el testigo, coincidiendo con las sospechas de los investigadores.

El hombre explicó que continuó con su rutina tras escuchar la detonación y ver al sospechoso con el niño. No fue hasta la tarde cuando el barrio comenzó a alarmarse. “Eran cerca de las siete cuando escuché sirenas de dos móviles policiales. Salí a la calle y un oficial me preguntó por Luna. Le dije que vivía al lado. Insistieron golpeando las manos, pero nadie salía. Les ofrecí llamar por teléfono: marqué tres veces a Luna y a su madre, pero los celulares daban apagado. Me pareció raro, porque aunque no tuvieran señal, siempre los tenían encendidos por el wifi”, relató.

Según el testigo, el oficial le comentó que habían acudido al domicilio porque el botón antipánico de las víctimas estaba desactivado. “Les dije que si sabían eso, tenían que haber entrado a la casa o asegurarse de que estuvieran bien. Pero se fueron. Cuando los móviles se retiraron, me empecé a preocupar más”, agregó.

Minutos después, junto a otros vecinos, volvieron a llamar a la policía, que llegó rápidamente. “Entró la policía por el patio y enseguida vimos que algo grave había pasado. Los agentes nos hicieron retroceder. Fue entonces cuando nos enteramos de lo peor: Mariel estaba muerta en el patio, y más tarde supimos lo de Luna. Es un dolor inmenso. Eran buenas personas, muy unidas. Luna era una madre dedicada, no se separaba nunca de su hijo, lo cuidaba todo el tiempo”, expresó conmovido.

Pedro Teodoro Rodríguez Laurta, el nene que había sido secuestrado por su papá, fue hallado sano y salvo en Gualeguaychú

Según los investigadores, el femicida actuó con total premeditación. Los testimonios y las pruebas apuntan a que había preparado cada paso de su huida. Aseguran que planificó todo explicaron. Incluso, el viaje en taxi lo organizó con un chofer de confianza, al que le ofreció una suma $1,5 millones para trasladarlo desde Concordia hasta Santa Fe.

Según trascendió, el hombre se habría ganado la confianza del taxista tras realizar varios viajes previos con él. Sin embargo, el paradero del conductor aún es un misterio. Algo pasó en el camino. No se supo más nada del taxista. Su familia denunció la desaparición al día siguiente”, detallaron fuentes del caso. Lo que sí se comprobó es que el vehículo blanco que utilizó llegó a Córdoba.

El testigo insistió en que el asesino no mostró nerviosismo ni apuro en ningún momento. “Salió como dueño de su casa, con el nene de la mano, tranquilo. Yo lo vi, y como Pedrito no lloraba, pensé que se trataba de una visita normal. Nunca imaginé algo así. Era inexplicable”, sostuvo.

El doble femicidio, ocurrido en una vivienda de las afueras de Córdoba, dejó en shock a toda la comunidad. Los vecinos describen el barrio como una zona de casas bajas, con tapiales bajos y una vida tranquila. “Acá todos nos conocemos. Nadie podía pensar que algo tan terrible pasaría en un lugar así”, concluyó el testigo.

Así fue la detención de Pablo Laurta

Los ministros de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, y de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, ofrecieron detalles sobre el intenso operativo policial que permitió detener al autor del doble femicidio de Mariel y Luna.

El presunto femicida y su hijo fueron encontrados en el Hotel Berlín, de Gualeguaychú

Ambos funcionarios coincidieron en destacar el trabajo conjunto de las fuerzas provinciales y la rapidez con que se logró rescatar al niño de cinco años, hijo de una de las víctimas, sano y salvo.

“El fiscal Gerardo Reyes, de la Unidad de Violencia Familiar, intervino de inmediato en la causa. Estuvimos toda la noche trabajando. Tomamos conocimiento del hecho alrededor de las siete de la tarde del sábado y, desde ese momento, comenzó un trabajo muy arduo con la gente de Investigación Criminal”, relató Quinteros a Radio Mitre.

Según explicó, las cámaras de seguridad y los domos del sistema provincial fueron claves para reconstruir los movimientos del femicida. “Pudimos determinar en qué taxi se había ido hacia la zona de la terminal, el número de interno y, a partir de allí, el teléfono desde el cual había pedido el servicio. Se trataba de un número con característica uruguaya”, precisó el ministro cordobés.

Esa pista fue la que permitió emitir los exhortos judiciales necesarios para intervenir las comunicaciones del sospechoso. “Desde la madrugada del domingo, ya teníamos acceso en tiempo real a las llamadas. Íbamos escuchando lo que decía y geolocalizando su recorrido. Sabíamos que una de las principales hipótesis era que intentara volver a su país natal, Uruguay, de donde había venido días antes”, agregó.

Quinteros relató que, durante la madrugada y la mañana del domingo, el seguimiento fue constante. “Mientras escuchábamos las comunicaciones junto al fiscal y el equipo de Homicidios, íbamos informando su posición. Al mediodía logramos determinar que estaba en el centro de Gualeguaychú, presuntamente alojado en un hotel”, detalló.

Pablo Laurta fue detenido cuando estaba en el bar del hotel junto a su hijo, sin ofrecer resistencia

Ante esa información, Quinteros se comunicó directamente con Roncaglia, su par entrerriano, con quien mantiene una relación de trabajo estrecha. “Le di todos los datos de ubicación en tiempo real. Era una persona peligrosa, había matado a dos mujeres y estaba armado, además de tener consigo a un niño pequeño. Había que actuar con extrema cautela”, señaló el ministro cordobés.

A las 14:05 del domingo, Roncaglia lo llamó para confirmar la noticia más esperada: el femicida había sido detenido y el niño estaba a salvo. “Fue un trabajo impecable, personalmente conducido por el ministro Roncaglia y su equipo”, remarcó Quinteros.

Por su parte, Néstor Roncaglia describió cómo se desarrolló el operativo en territorio entrerriano. “Fue un domingo al mediodía, con mucho personal de franco, pero todos se movilizaron de inmediato. Lo primero era ubicar al niño, porque en este tipo de casos hay antecedentes de que los agresores, después de matar a sus parejas o familiares, también atacan a sus hijos y se suicidan. La prioridad era salvarle la vida al chico”, explicó.

Roncaglia confirmó que la inteligencia telefónica aportada por Córdoba fue “utilísima” para localizar el objetivo. “Cuando llegué a Gualeguaychú había casi cincuenta policías. Rodeamos el hotel por completo y actuamos con precisión. El hombre fue detenido dentro de un bar, sin resistencia, y el niño quedó bajo resguardo. Fue un momento muy fuerte, pero el resultado fue el mejor posible”, señaló.

Mientras que el detenido permanece bajo custodia en Entre Ríos y que el niño fue entregado a los profesionales de Minoridad, la causa, a cargo del fiscal Gerardo Reyes, continúa en investigación con la hipótesis firme de que el doble femicidio fue premeditado y planificado.