Violencia física, insultos y humillaciones: cómo era la relación entre el chico asesinado en Lanús y su novia menor de edad

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Pasan las horas desde el brutal crimen de Santiago López Monte, el joven presuntamente asesinado a puñaladas por su pareja menor de edad en Lanús, y salen a la luz más escabrosos detalles de la tormentosa relación que existía entre ambos antes del fatal desenlace.

Tóxica, manipuladora y controladora. Así fue cómo describieron este jueves Macarena y Tamara, dos de los siete hermanos que tenía la víctima, a M. N. N., la principal sospechosa de haber cometido el asesinato. “Ella no dejaba a mi hermano estar con su familia. Le molestaba porque claramente no tenía ese tipo de relación con su familia. Le decía que era una mariquita, una pollerita de mamá, y no era así“, sostuvo Macarena sobre los constantes maltratos que sufría el joven de 20 años.

Angustiada, la hermana mayor de Santiago aseguró: “Era un nene normal y que claramente no tenía la vida que ella tenía. Entonces ella se burlaba de eso y lo manipulaba”.

Del calvario que sufría a diario el joven eran testigos sus propios vecinos, que observaban cómo M. N. N. lo golpeaba ay lo insultaba. “Ella le pegaba y él se quedaba en la esquina horas, porque le sacaba la llave de la moto. Él se quedaba horas hasta que ella se decidía a volver abrirle la puerta”, contó Macarena en diálogo con radio Mitre.

El joven asesinado en Lanús

Antes de mudarse a la casa de sus suegros, Santiago convivía con M. N. N. en su propia casa, la que compartía con su madre y sus hermanos. Sin embargo, los reiterados castigos que el joven sufría de su propia pareja fueron el desencadenante para echar a la menor.

Hubo un tiempo en que ella vivía acá, porque eran pareja, y mi mamá escuchaba cómo ella lo golpeaba y le decía ‘no se meta señora’. Y cuando mi mamá entraba a la habitación ella la echó. Entonces él, enamorado, le lloraba y le pedía por favor que no se vaya porque él estaba enamorado de ella. Y ahí fue cuando él decidió ir a vivir con ella”, explicó.

Ya con Santiago fuera del radar de su familia, la violencia que ejercía M. N. N. sobre él se acentuó más aún. Y las evidencias de ello se podían observar en el propio cuerpo de la víctima.

“Cuando venía acá siempre estaba rasguñado, golpeado. Una vez vino con la mano cortada y mi mamá le dijo ‘eso es una puñalada’. Y él le decía que se había cortado con la cadena (de su moto). Y era mentira, ella le pegaba. Todas las semanas había que comprarle un teléfono a mi hermano porque ella se lo rompía”, subrayó. Y en esa línea, completó: “Ayer llegó un teléfono nuevo que le habíamos comprado porque él andaba dos porque no teníamos cómo comunicarnos. Ella le rompía siempre el teléfono. Lo golpeaba”.

M. N. N. continúa prófuga.

Tal era el control que M. N. N. tenía de Santiago y sus movimientos que ambos habían acordado compartir sus ubicaciones mediante sus teléfonos celulares. “Él nos visitaba, pero llegaba y le decía a mi mamá ‘vine a cortarme el pelo’, y se iba. Porque ella tenía la ubicación de él y no lo dejaba visitarnos”, puntualizó Macarena.

Para la familia de Santiago todavía es un misterio el motivo que llevó al joven a continuar una relación sentimental tan violenta y conflictiva. Al día de hoy, sospechan que podía estar “muy enamorado” de su novia, pero tampoco descartan la posibilidad de que estuviera actuando bajo amenazas. “Nosotros no sabemos por qué él no volvía a su casa. Acá iba a estar bien, incluso mi mamá siempre le decía ‘volvé hijo, volvé’. Y él no quería”, concluyó.

El caso

El crimen del joven de 20 años ocurrió en la esquina de Ceferino Namuncurá y Lituania, en Remedios de Escalada, partido de Lanús. Ante el inesperado llamado de la menor, la madre de la víctima, quien no estaba de acuerdo con esa relación, le gritó “‘qué le había hecho’ pero ella cortó el teléfono”. “No supimos más nada”, dijo Macarena.

Los primeros datos aportados por fuentes judiciales a Infobae indicaron que la ahora prófuga llamó al 911 y aseguró que su pareja se había lastimado con una reja, indicando además que se encontraba sin signos vitales. Sin embargo, esta versión fue rápidamente desmentida por las pericias médicas, que detectaron dos heridas punzocortantes en el costado izquierdo del torso, una debajo de la tetilla y otra más abajo, que no resultaban compatibles con lesiones accidentales.

A la escena del crimen llegó personal de la Comisaría 4 ta de Lanús, junto a una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME). La médica a cargo confirmó el fallecimiento del joven y dejó constancia de la naturaleza de las heridas. Otro de los hermanos de la víctima hizo mención del mismo llamado en donde la agresora confesaba el crimen, lo que produjo un rápido despliegue.

El crimen ocurrió en una casa ubicada en la esquina de Ceferino Namuncurá y Lituania

“Nosotros con mis hermanos vinimos, pensamos que le había cortado el dedo o algo porque ella es muy violenta. Cuando llegamos estaba la ambulancia, el patrullero… mi hermano estaba tirado acá adentro”, describió Miguel a la prensa. Macarena relató el mismo escenario, al recordar con dolor: “Estaba tirado en la vereda de la casa, tapado con una sabana”.

Luego de averiguar a qué lugar trasladarían a la víctima, su novia se retiró del lugar sin dejar rastro y al momento permanece prófuga. “El Policía dice que se escapó recién. No se te puede escapar la piba. Dijo que le entró un nervio de crisis y se fue por ahí. Todos conocemos que los padres son narcos, tienen plata. El padre está preso por narco, al hermano lo está buscando la policía también por narco. ¿Y cómo se le puede escapar la piba acá estando mi hermano fallecido ahí y ella acá?”, recriminó la familia de Santiago.

La causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 8 de Lanús, a cargo del fiscal Oscar Maidana, quien dispuso preservar el lugar para las tareas de campo y la intervención de la Policía Científica. Más tarde, la investigación pasó al fiscal Juan Ignacio Colazo, de la UFI de Responsabilidad Juvenil N°2 de Lomas de Zamora.