Copa Davis: las dificultades que deberá enfrentar Javier Frana para la primera convocatoria de 2026

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Javier Frana habla con Francisco Cerúndolo durante la serie que Argentina perdió con Alemania en Bolonia (Foto REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

La selección argentina de tenis emprenderá el año que viene el camino a un nuevo sueño, a darle rienda suelta a una nueva ilusión: obtener por segunda vez la Ensaladera de Plata. La Copa Davis aparece como una obsesión en el horizonte de los jóvenes tenistas argentinos, pero conocen las limitaciones que les impone su físico, el calendario profesional y la necesidad de conseguir puntos cada temporada, para no ceder lugares en el escalafón internacional.

Por eso es que el arranque de 2026 le puede traer cierta preocupación al capitán argentino para conformar el equipo para disputar los Qualifiers de febrero. El sorteo decidió que el plantel argentino debe viajar a Corea del Sur en medio de condicionantes que Javier Frana no puede soslayar y por los que deberá ponerse a trabajar en los próximos días.

Si bien Corea no tiene grandes jugadores, cuenta con tenistas como Hyeon Chung (N° 366 de ATP), Sanhui Shin (N° 374), Soonwoo Kwon (hoy N° 481) y Gerard Campaña Lee (N° 618) -nacido en España de padre español y madre coreana-, que consiguieron ganarse un lugar al derrotar a Kazajistán en septiembre pasado.

Soonwoo Kwon llegó a alcanzar el puesto 52 del escalafón, con victorias sobre Alexander Zverev y Novak Djokovic y llegó a las semifinales de Australia 2019, pero las lesiones comenzaron a postergarlo y estuvo dos años fuera del circuito.

Entre el 6 y el 8 de febrero del año próximo, los jugadores albicelestes que acepten la convocatoria del capitán argentino competirán en una ciudad a determinar por la federación coreana, intentando avanzar a la segunda ronda, fase clasificatoria a las Finales de Copa Davis, a jugarse, nuevamente, en Bolonia.

El capitán argentino tendrá una dura tarea en la próxima convocatoria (Foto REUTERS/Guglielmo Mangiapane)

A la última serie como local, los coreanos la jugaron en septiembre, con victoria sobre Alexander Bublik y sus compañeros, en la ciudad de Chuncheon, a una hora y media de Seúl. En esa fecha de febrero, el frío es intenso en Corea y con nieve, por lo que se utilizará estadio cubierto y cancha rápida, seguramente, de pique bajo y rápido. Lo que más pueda molestar a los visitantes. ¿Pero quiénes serán los argentinos que decidirán ir a esa primera convocatoria?

La respuesta resulta compleja y hay que tener en cuenta diferentes factores, a favor y en contra.

A favor, es que los jugadores están disputando torneos en Oceanía sobre superficies duras, por lo que estarán cerca de la zona y en canchas similares. Además, a todos los tenistas argentinos les gusta representar al país y el grupo se muestra unido y uniforme.

Los contra son muchos y a considerar. Los primeros son la distancia a la Gira sudamericana (34 horas de viaje), el inicio de la misma y el cambio de superficie (dura a polvo de ladrillo).

Lo más probable es que Francisco Cerúndolo no sea convocado y se le permita realizar su calendario, para no volver atrás en el ranking, como en 2024. Francisco debe defender un total de 365 puntos en la Gira de polvo de ladrillo de Sudamérica: final del Argentina Open (165 puntos) -comienza al día siguiente de jugar la Davis en Corea-, cuartos de final de Río de Janeiro (100) y semifinal de Santiago de Chile (100). La pérdida de esos puntos lo llevarían cerca del puesto 40 y quedaría fuera de toda posibilidad de ser preclasificado en los Masters 1000 de Indian Wells y Miami.

Además, cuenta con el antecedente de haber participado de la serie ante Finlandia (2023), en Helsinki, donde se lesionó y terminó teniendo uno de los peores arranques de su carrera desde que se acercó al Top 20.

Sebastián Báez (Foto REUTERS/Go Nakamura)

Pensar en Sebastián Báez (N° 45) para que viaje a Corea y se pierda la gira en la que defiende el título de Río (500 puntos) y la final de Santiago de Chile (165), sin haberlo tenido en cuenta para choques sobre esta superficie durante 2025, resulta muy difícil. Sebastián necesita sostener la mayoría de esos puntos para no seguir retrocediendo en el ranking y salir del Top 100.

Si bien Camilo Ugo Carabelli no formó parte de ninguno de los planteles en 2025, se convirtió en la tercera raqueta argentina. La lesión previa al US Open terminó por quitarle las posibilidades de convocatoria posteriores. La coincidencia de esta serie de Copa Davis tan alejada de Sudamérica y en coincidencia con las fechas de torneos en Argentina conspiran con las ganas de los tenistas nacionales de participar de esta primera convocatoria. Camilo defiende el título del challenger de Rosario (125 puntos), que se estará disputando en la misma semana de los Qualifiers de Copa Davis. En el Argentina Open se despidió rápido, pero llegó a las semifinales de Río de Janeiro (213 puntos) y de Santiago de Chile (100 puntos), un total de 395 puntos, necesarios para no volver al puesto 86 del escalafón.

Acá es donde comienza la zona de convencimiento en la que pueda tener mayor éxito el capitán argentino, porque a Tommy Etcheverry le encanta ser parte del equipo. De hecho, no se ha perdido ninguna convocatoria desde su primera participación en 2024 ante Kazajistán, en Rosario. Viajó después a Manchester, luego a las finales de Málaga, compitió en Noruega, Países Bajos y, ahora, en Bolonia. La duda puede presentarse en si el coach del jugador platense estará de acuerdo en resignar parte de las competencias sobre polvo de ladrillo. Tanto Etcheverry como Cerúndolo pueden jugar sobre cualquier superficie, pero todo tiene que ver con la planificación y las necesidades. Tommy precisa volver a sumar en el ranking para regresar al Top 30 y la Copa Davis siempre resultó un buen impulso para él, pero habrá que ver cómo funciona la palabra del capitán sobre la planificación anual del jugador.

Casi no hay dudas de que Francisco Comesaña aceptaría gustoso una nueva convocatoria de Javier Frana, sobre todo si se asegura ser uno de los dos primeros singlistas, más allá de sus ganas y sus necesidades de conseguir puntos. Algo similar podría suceder con Mariano Navone, quien ya también fue parte de uno de los equipos de Frana en Noruega.

Respecto a la conformación de la pareja de dobles, la presencia de Horacio Zeballos dependerá de la planificación que haga junto a Marcel Granollers, quien no tiene esa urgencia de representar a España, ya que su país recién debutará en septiembre. Mientras que Andrés Molteni aparece como más firme a participar en esa convocatoria. Tal vez, y teniendo en cuenta a los rivales, aunque no hay que descuidarse de ellos, podría aparecer Guido Andreozzi, de buen nivel en el circuito de duplas, como uno de los integrantes de la pareja argentina, en caso de alguna ausencia.

Como se observa, no será fácil la tarea para Javier Frana de cara a los Qualifiers de febrero y el panorama se ve agravado por la superposición de fechas con torneos sensibles a las características y prioridades de los tenistas argentinos, que tienen ganas de jugar la Copa Davis, que les gusta ser parte del equipo pero que, como suele decirse, a veces la necesidad tiene cara de hereje.

El capitán argentino tendrá dos meses de trabajo de convencimiento a pleno, cerrará filas en el Australian Open e intentará ir a la ciudad que elija Corea del Sur, con tres de sus singlistas que ocupan un lugar en el Top 100 mundial.