La hazaña histórica del novato de los Hornets que impactó a la NBA: el récord inédito que alcanzó en sus primeros diez juegos

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El pívot de los Hornets de Charlotte Ryan Kalkbrenner lanza el balón sobre el pívot del Jazz de Utah Jusuf Nurkic en el encuentro del domingo 2 de noviembre del 2025. (AP Foto/Nell Redmond)

La irrupción de Ryan Kalkbrenner en la NBA dejó una huella estadística sin precedentes: el pívot de Charlotte Hornets logró un 80,8 % de acierto en tiros de campo durante sus primeros diez partidos, una marca jamás alcanzada por un novato con al menos cincuenta lanzamientos en la historia de la liga.

El impacto de Kalkbrenner, de 23 años y 2,13 metros de altura, se manifestó desde su debut, cuando encestó sus cinco primeros intentos y mantuvo una regularidad asombrosa en los encuentros siguientes. En ese lapso inicial, convirtió 42 de 52 tiros, superando ampliamente el récord anterior de Yao Ming, quien había registrado un 72 por ciento (36 de 50) en sus primeros diez partidos con Houston Rockets, y el 70,6% de Dereck Lively, de Dallas Mavericks, con 36 de 51.

El propio Kalkbrenner atribuyó su eficacia a la dinámica colectiva de los Hornets: “Es solo un crédito para mis compañeros de equipo, que me permiten tener tiros fáciles. No es mi papel tomar tiros difíciles, así que, por supuesto, tengo un porcentaje decente. Pero mis compañeros hacen un muy buen trabajo encontrándome en pases cuando estoy completamente abierto. Así que estoy contento de culminar algunos de ellos”, declaró el pívot. Su entrenador, Charles Lee, también destacó su mentalidad y disciplina: “Tiene una gran manera de ser. Su proceso es preciso. Está enfocado en impactar en el juego lo mejor que pueda”.

La trayectoria universitaria de Kalkbrenner anticipaba su potencial. Durante sus cinco temporadas en la Universidad de Creighton, lideró la Big East en porcentaje de tiros de campo en cuatro ocasiones y finalizó su ciclo con un 75,8% de acierto, una cifra que ningún otro jugador entre los doscientos mejores de la División I masculina logró superar, incluidos nombres como Kareem Abdul-Jabbar y David Robinson. En la temporada pasada, Kalkbrenner firmó un partido de 20 aciertos en 22 intentos frente a Texas-Rio Grande Valley, una gesta solo superada en la historia de la NCAA por Bill Walton, quien logró 21 de 22 para UCLA en la final nacional de 1973 ante Memphis.

El salto a la NBA no ha mermado su confianza ni su rendimiento, a pesar de la mayor envergadura y fortaleza de los rivales. Entre el 25 y el 30 de octubre, Kalkbrenner encestó 21 de 22 tiros en una serie de cuatro partidos, con una secuencia de ocho aciertos, un fallo —bloqueado por Alex Sarr, de Washington Wizards— y 13 conversiones consecutivas. La distancia total de esos 21 fue de aproximadamente nueve metros (treinta pies), y casi todos los lanzamientos llegaron al aro. Su promedio de puntos hasta ese momento se situó en 9,2 por partido.

El centro de Charlotte Hornets Ryan Kalkbrenner (11) impulsa un tiro contra los 76ers de Filadelfia durante el cuarto cuarto en Xfinity Mobile Arena (Crédito obligatorio: Bill Streicher-Imagn Images)

El entrenador Lee subrayó el valor defensivo del novato: “Creo que sabíamos lo que íbamos a obtener cuando seleccionamos a Ryan. Pero nos sigue impresionando defensivamente, contestando en el aro, ayudándonos a dominar la pintura o proteger la pintura”. Kalkbrenner, elegido en la segunda ronda del Draft 2025, es consciente de su proceso de adaptación: “Los juegos vienen rápido, y ganes o pierdas, tienes que ser capaz de pasar la página. No puedes emocionarte demasiado cuando ganas y juegas bien. No puedes desanimarte demasiado cuando es un mal juego y no juegas bien. Los partidos vienen rápido. El próximo rival no va a sentir lástima por ti porque estás jugando mal, o tuviste un mal juego, o lo que sea”.

Uno de los datos más llamativos de su arranque es su rendimiento como visitante: en cinco partidos fuera de casa, Kalkbrenner falló solo tres tiros, con un registro de 23 aciertos en 25 intentos en lanzamientos de dos puntos (92%), y un fallo en su único tiro de tres. El propio jugador minimizó la atención mediática: “Para ser honesto contigo, preferiría que nadie supiera mi nombre y que estuviéramos 9-0 o lo que sea. Quiero decir, me alegra estar jugando bien. Pero solo quiero ganar”.

El ascenso de Kalkbrenner ha sido objeto de elogios por parte de analistas y observadores, quienes destacan su madurez, su capacidad para adaptarse a la exigencia profesional y su impacto inmediato en ambos extremos de la cancha. Su combinación de tamaño, agilidad y toma de decisiones lo ha convertido en una pieza clave para los Hornets, que ven en él un potencial pilar para el futuro de la franquicia.