La sorprendente respuesta de Romario ante la pregunta más incómoda: “¿Vestirías la camiseta de Argentina o la del Real Madrid?»

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Tras el retiro, Romario se dedicó a la política e incñuso se involucró en los medios, aunque nunca dejó de estar vinculado con América de Río de Janeiro (EFE/Antonio Lacerda)

La rivalidad entre el FC Barcelona y el Real Madrid sumó un nuevo episodio tras las recientes declaraciones de Romario da Souza Faria, de 49 años, uno de los delanteros más emblemáticos del fútbol mundial. El exjugador brasileño sorprendió al afirmar que, si tuviera que elegir, preferiría vestir la camiseta de la selección de Argentina antes que la del Merengue, reafirmando así su profunda identificación con el club catalán. “Dos equipos geniales; en fin. Voy a jugar con Argentina. Soy del Barcelona hasta la muerte”, expresó Romario ante la insistencia de su entrevistador, también brasileño, quien reaccionó con una carcajada ante la respuesta del astro. Ante la pregunta incómoda, el Chapulín exclamó: “¡Tengo que elegir! ¡carajo!… estas preguntas tuyas”, antes de zanjar el asunto con su ya célebre declaración de fidelidad al Barça.

Estas palabras reavivan la histórica rivalidad entre los dos grandes del fútbol español y ponen de manifiesto el vínculo emocional que Romario mantiene con el FC Barcelona, a pesar de que su paso por el club fue relativamente breve. “Soy del Barcelona hasta la muerte, ‘¡carajo!’”, subrayó.

Romario y el Dream Team: llegada, logros y salida del Barcelona

El idilio entre Romario y el FC Barcelona comenzó en el verano de 1993, cuando el delantero llegó procedente del PSV Eindhoven para integrarse en el llamado Dream Team dirigido por Johan Cruyff. Su impacto fue inmediato: en su primera temporada, el brasileño formó una dupla letal con Hristo Stoichkov y se consagró como máximo goleador de LaLiga, anotando 30 goles en 33 partidos, tal como había prometido el día de su presentación. Fue una de las figuras clave en el auge del equipo catalán durante esa etapa, contribuyendo de manera decisiva a la conquista del título de liga en la temporada 1993-94.

A pesar de su rendimiento sobresaliente, la estancia de Romario en el Barcelona resultó efímera. Tras proclamarse campeón del mundo con Brasil en Estados Unidos 1994, el delantero tardó 15 días en reincorporarse a la disciplina del club, lo que generó tensiones con el entrenador Johan Cruyff. La indisciplina y las declaraciones de su entorno provocaron la ruptura definitiva entre ambos y torció una trayectoria que prometía ser más duradera. Finalmente, en enero de 1995, el delantero puso fin a su etapa en el Camp Nou y regresó a Brasil para jugar en el Flamengo.

La emoción del delantero, tras ganar el Mundial del 94 (REUTERS/Rick T. Wilking)

Legado y recuerdo imborrable en el FC Barcelona

El legado de Romario en el FC Barcelona trasciende las cifras: en apenas un año y medio, disputó 84 partidos y marcó 53 goles, según Mundo Deportivo. Su carisma, su capacidad goleadora y su identificación con los colores blaugranas le han asegurado un lugar de privilegio en la memoria colectiva del club y de sus aficionados.

Décadas después de su salida, Romario sigue evocando su etapa en el Barcelona con orgullo y afecto, y su nombre continúa asociado a una de las épocas más recordadas del club. Ese lazo es tan fuerte que hubiera sido capaz de vestir la Albiceleste pese a tratarse de una leyenda de Brasil, con tal de no verse “obligado” a jugar en el Real Madrid.

El Chapulín, en su brillante etapa como culé