Universidad de Chile dio un nuevo parte médico sobre los hinchas heridos tras los violentos incidentes durante el partido con Independiente

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A horas de lo que fueron las violentas imágenes acontecidas en Avellaneda con motivo del partido Independiente-Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, la entidad trasandina publicó un nuevo parte médico en el que hizo referencia al estado de salud de los fanáticos que fueron hospitalizados en distintos centros médicos aledaños al estadio situado en la provincia de Buenos Aires.

“El presidente Michael Clark se reunió esta mañana con el director ejecutivo del Hospital Fiorito, Dr. Luis López, y con el director asociado, Dr. Emilio Macía, para conocer el estado de los 12 heridos que se encuentran en el centro médico. Se nos informó que ocho de ellos fueron dados de alta durante la jornada y cuatro se mantienen hospitalizados: uno en terapia intensiva y dos con probabilidad de ser dados de alta hoy“, detallaron.

Clark visitó a los internados en el Hospital Fiorito y llevó tranquilidad a los familiares de los heridos más graves. “Vienen evolucionando bien. Le van a dar de alta la semana que viene. De las 12 personas van quedando cuatro internadas y, seguro, al final del día, quedarán dos. Tenemos que estar muy contentos”, afirmó el pope de la U, según recogieron medios chilenos como Emol y Bío Bío.

Fuentes judiciales y diplomáticas ya habían confirmado que 19 personas resultaron heridas y 135 fueron detenidas tras los disturbios que estallaron en la tribuna visitante. Dos de los lesionados requirieron intervenciones neuroquirúrgicas de urgencia, mientras que la mayoría de los afectados fue derivada al Hospital Fiorito, y el resto atendido en los hospitales Wilde y Presidente Perón, todos en la provincia de Buenos Aires.

El embajador chileno en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, había informado en diálogo con radio Bío Bío que “hay dos hinchas intervenidos neuroquirúrgicamente” y que, aunque las operaciones fueron delicadas, no se reportaron personas en “riesgo vital”. Viera-Gallo también relató a TN que el presidente Gabriel Boric le transmitió su preocupación por los hechos ocurridos en Avellaneda y que él mismo se presentó en la comisaría 4 de Sarandí, donde llegaron 97 detenidos. “Los menores ya fueron liberados y entregados a custodias de parientes o personas conocidas. Hay tres mujeres y el resto son hombres adultos. Yo espero que el fiscal pueda ir analizando la situación de cada uno. Lo ideal sería que los inocentes salgan rápido y los implicados enfrentarán los cargos y se encargará el consulado”, explicó el diplomático.

El operativo de seguridad desplegado en el estadio incluyó cacheos en los accesos de las calles Milito y Bochini, donde no se detectaron intentos de ingresar elementos prohibidos. Sin embargo, cerca de las 21:25, las cámaras de seguridad registraron que simpatizantes visitantes prendieron fuego una butaca plástica, incidente que fue sofocado minutos después. Desde el sector de la Universidad de Chile se lanzaron objetos hacia la tribuna Sur Baja, ocupada por hinchas locales, lo que incrementó la tensión.

“Se constataron daños severos en sanitarios, caños y estructuras de la tribuna, y la evacuación de simpatizantes, muchos de ellos, según el parte, caminando desnudos y visiblemente afectados por las agresiones”, consignó el informe policial tras los violentos episodios ocurridos en el estadio Libertadores de América durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile. La magnitud de los destrozos y el estado en que debieron abandonar el recinto numerosos hinchas reflejan la gravedad de los incidentes que forzaron la suspensión del encuentro por la Copa Sudamericana.

El informe policial describe que el enfrentamiento se intensificó alrededor de las 22:05, cuando el partido estaba igualado 1-1 y el resultado global favorecía al equipo chileno. Simpatizantes visitantes causaron daños en baños y otras instalaciones, además de arrojar objetos contundentes a los sectores inferiores. Estas acciones provocaron la reacción de hinchas locales, quienes rompieron dos cristales del micro que transportaba a la delegación chilena. Al mismo tiempo, desde la popular Norte, se observó el desplazamiento de grupos hacia la tribuna Sur, lo que motivó un refuerzo del dispositivo de Infantería.

Una de las imágenes de la barbarie ocurrida en Independiente-Universidad de Chile (Alejandro PAGNI / AFP)

Durante la sucesión de incidentes, representantes de Conmebol, directivos de ambos clubes y autoridades de seguridad mantuvieron una reunión de urgencia. Tanto la Policía como la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe) insistieron reiteradamente en suspender el partido para preservar la integridad de los presentes. Según el parte policial, la recomendación oficial fue desestimada por los delegados de Conmebol, quienes priorizaron el desalojo de la parcialidad visitante antes de evaluar la suspensión.

La intervención policial en la tribuna Sur Alta se mantuvo bajo estrictas medidas para evitar un enfrentamiento mayor, aunque continuó el lanzamiento de objetos y varios hinchas locales lograron acceder a la zona de los visitantes, lo que derivó en enfrentamientos directos. Finalmente, las autoridades decidieron suspender el encuentro y activar el operativo de desalojo, según el parte policial.

De acuerdo a fuentes judiciales consultadas por Infobae, 135 personas fueron detenidas bajo los cargos de “atentado y resistencia a la autoridad, lesiones, lesiones graves y daños”. El saldo de los incidentes incluyó daños severos en sanitarios, caños y estructuras de la tribuna, así como la evacuación de simpatizantes en condiciones de vulnerabilidad física y emocional.