El expiloto británico de Fórmula 1 David Coulthard, reveló en una entrevista con The High Performance Podcast que durante su adolescencia como piloto de karting sufrió bulimia, un trastorno que llegó a considerar como un “mal necesario” para mantener el peso competitivo requerido en las categorías juveniles del automovilismo.
La revelación surgió durante la reciente conversación con Jake Humphrey, conductor del programa, cuando el escocés explicó que no percibía su condición como resultado de presión externa, sino como una herramienta fundamental para rendir al máximo nivel. “No lo veía como presión. Lo consideraba algo necesario para alcanzar el peso requerido para competir”, confesó.
Los métodos extremos del control de peso
El excorredor de McLaren, Williams y Red Bull detalló las rutinas obsesivas que desarrolló para mantenerse dentro de los límites de peso establecidos en el karting juvenil. Coulthard se pesaba dos veces al día durante su adolescencia: por la mañana al levantarse, completamente seco, y por la noche antes de acostarse, lo que le proporcionaba un promedio que le permitía calcular con días de antelación si estaría en el rango correcto para el fin de semana de carrera.
“Podía determinar si tenía un kilo y medio de sobrepeso. Eso iba a afectar mi rendimiento”, explicó el deportista. Además añadió qué sucedía cuando superaba el peso ideal: “Cualquier cena que hubiera tenido esa noche no se quedaría dentro de mí”.
La justificación que el propio Coulthard ofrecía para estos comportamientos se basaba en comparaciones con otros deportes de élite. “Los jockeys, estamos familiarizados con que los jockeys tienen que hacer saunas y lo que sea para perder peso corporal para hacer el evento que están haciendo. Boxeadores, estoy seguro de que hay otros. Gimnastas, supongo”, argumentó en la entrevista con The High Performance Podcast.
Transición salvadora hacia los automóviles
El problema se resolvió naturalmente cuando Coulthard hizo la transición del karting a los automóviles de carrera a los 17 años. Con respecto a ello, explicó: “Cuando pasé a los autos, de repente era relativamente ligero para un joven de 17 años porque me había privado de comida durante mis últimos años de adolescencia, y por lo tanto tenía espacio para crecer en mi cuerpo”.
Esta transición marcó el final de sus trastornos alimenticios, ya que las categorías superiores del automovilismo implementan pesos mínimos combinados para piloto y asiento. En la Fórmula 1, por ejemplo, este límite se establece en 80 kilogramos, lo que permite que pilotos de diferentes estaturas compitan en igualdad de condiciones.
Daniel Magson, director ejecutivo de la organización benéfica First Steps ED, valoró positivamente la valentía del expiloto al compartir su experiencia, pero subrayó los graves riesgos asociados con la bulimia. “La bulimia puede causar daños serios al cuerpo. Los efectos a largo plazo incluyen daños a los dientes, garganta, cuerdas vocales e intestino, y también puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos”, advirtió el especialista.
La organización enfatizó en que la intervención temprana resulta crucial para cualquier persona que lucha con trastornos alimentarios o preocupaciones relacionadas con el peso, ofreciendo apoyo adaptado a cada etapa del proceso de recuperación.
El legado deportivo de Coulthard
La carrera de David Coulthard en la Fórmula 1 se extendió desde 1994 hasta 2008, período en el que logró 13 victorias y terminó segundo en el campeonato mundial de pilotos en 2001, solo por detrás de Michael Schumacher. Su experiencia con los trastornos alimentarios durante la adolescencia no impidió que se convirtiera en uno de los pilotos más respetados de su generación.
Los expertos en salud mental destacan la importancia de que figuras públicas compartan estas experiencias, ya que contribuye a normalizar la búsqueda de ayuda profesional y rompe el estigma asociado con los trastornos alimentarios en el deporte de alto rendimiento.