Una jubilada de 74 años fue víctima de un violento robo en su casa de Villa Elisa, donde los delincuentes la maniataron para llevarse tan solo 40 mil pesos, una notebook y otras pertenencias. El hecho ocurrió durante la mañana de este domingo en una casa ubicada en 421 bis entre 131 y 132.
De acuerdo al relato de la víctima, tres personas ingresaron por la puerta principal, que estaba cerrada pero sin seguro. Al ver que la víctima se encontraba sola, la redujeron y la ataron de pies y manos para impedir que alertara a las autoridades.
Según indicó el portal La Buena Info, antes de escapar, se apoderaron de una suma de aproximadamente $40.000, unas tijeras de sastrería y una notebook. Minutos después del robo, la víctima consiguió liberarse parcialmente y pedir ayuda. Los vecinos avisaron a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que inició un operativo en la zona para dar con los responsables.
Durante el operativo, los agentes lograron localizar a una de las sospechosas vinculadas, una mujer de 32 años que habría sido la encargada de conducir el vehículo en el que posteriormente escaparon los ladrones. La detenida fue identificada tras el análisis de cámaras de seguridad y los testimonios recolectados, quienes la vieron merodeando por la zona en un Volkswagen Bora negro.
En el interior del vehículo, la Policía secuestró dos teléfonos móviles y un documento de identidad correspondiente a un hombre de 28 años, con residencia en Lomas de Zamora e identificado como imputado en la investigación. Según el portal local, la mujer reconoció que llevó a tres personas —dos de ellas de origen chileno— hasta el domicilio de la víctima.
Ahora, las autoridades continúan trabajando para identificar y capturar a los dos restantes implicados en el asalto, quienes permanecen prófugos. La Fiscalía de turno de La Plata interviene en la investigación y ordenó una serie de peritajes, tanto en el domicilio de la jubilada como en el vehículo utilizado por la mujer apresada.
La mujer debió recibir atención médica por prevención tras el impacto emocional y las lesiones leves sufridas durante el episodio.
Una jubilada murió de un ataque cuando ingresaron a robar a su casa

Hace apenas tres días, una mujer de 77 años murió de un infarto en medio de un robo en su casa de González Catán. Susana Antonia Díaz fue víctima de un violento asalto cerca de las 4 de la madrugada en una vivienda del barrio Villa Dorrego, ubicada a pocos metros de la esquina de Santo Tomé y Tomás Antonio Valle.
Al menos dos delincuentes ingresaron forzando la puerta trasera con barretas, mientras otros dos cómplices esperaban afuera del domicilio. Una vez dentro de la propiedad, los individuos golpearon al esposo de la víctima, un hombre de 79 años, y lo encerraron en una habitación. A la mujer la llevaron a la cocina en medio de amenazas, mientras los agresores revisaban la vivienda en busca de dinero y objetos de valor.
Los delincuentes escaparon con los ahorros de la pareja, una suma cercana a 4.000.000 de pesos en efectivo. Luego de unos minutos, el esposo de Susana logró salir de la habitación donde había quedado retenido y encontró a su esposa desvanecida. Los gritos alertaron rápidamente a los vecinos, quienes dieron aviso al 911, lo que motivó la llegada de efectivos policiales y personal médico a la escena.
Los profesionales constataron el fallecimiento de la jubilada y, según los primeros exámenes forenses, su cuerpo no presentaba lesiones físicas. La causa definitiva fue establecida tras la autopsia como infarto de miocardio. En tanto, el esposo de la víctima resultó lesionado en una pierna y recibió asistencia médica por parte del SAME.
El caso quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Temática Homicidios de La Matanza, bajo la intervención del fiscal Claudio Fornaro. Por su parte, el personal del Grupo Táctico Operativo preservó el domicilio para la labor de los peritos e inició el análisis de cámaras de seguridad de la zona, con el objetivo de identificar a los responsables del ataque.
La pareja vivía hace años en el barrio y, tras conocerse el episodio, los vecinos iniciaron una colecta a través de las redes sociales para cubrir los gastos del velorio. En los mensajes, recordaron a la mujer como una colaboradora del merendero de la iglesia San Lorenzo y compartieron mensajes de dolor y bronca por el crimen.
“Ella trabajaba gratis todos los días en el merendero de la iglesia San Lorenzo, para dar merienda a todos los hijos, sobrinos de estos HDP que no les importa nada… Muy triste. Como conocida de ellos, no había necesidad, la verdad mucha bronca y tristeza…”, escribió una de las vecinas.



