Denunciaron a un empresario por presuntos abusos a los compañeros de su hijo del colegio Palermo Chico

0
16

Los chicos dijeron que les transfería dinero para que apuesten de manera on line (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Justicia investiga por presuntos abusos al empresario Marcelo Porcel, que supo tener la concesión de OH! Buenos Aires y es el hijo del fundador de Argencard. La causa tiene al menos 10 denuncias de compañeros del Colegio Palermo Chico del hijo del acusado, en las que se describen reuniones en sus casas y en su oficina, en donde incitaba a los adolescentes a beber alcohol y a hacer apuestas on line.

Fuentes del caso dijeron a Infobae que entre las descripciones de los hechos denunciados también se habla de masajes en las piernas tras partidos de fútbol, de un video de chicos corriendo en calzoncillos en el despacho de Porcel y de una supuesta foto de un adolescente duchándose.

La causa, que se encuentra en secreto de sumario, tramita en Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°50, a cargo del juez Carlos Bruniard, y la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°1 de Pablo Turano.

El empresario se encuentra imputado, pero aún no fue indagado. ¿La razón? El fiscal pidió la semana pasada que se lo llame a indagatoria, aunque la querella sumó a un nuevo denunciante y entonces el expediente debió volver a manos de Turano para que le corra vista. Una vez resuelto este paso procesal obligatorio, el juez Bruniard podrá decidir cuándo citar al imputado.

El colegio Palermo Chico

Por lo pronto, ya fueron allanados los domicilios y las oficinas de Porcel y se secuestraron computadoras y celulares para ser peritados; además de que se hicieron las Cámaras Gesell a los chicos.

También, el juzgado le dicto una restricción que le impide acercarse a las víctimas a 300 metros, por lo que no puede ir al colegio ni al club GEBA (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), donde los chicos practican deportes.

La denuncia original impulsada por los padres de los chicos incluyó a al menos seis víctimas y se hizo a mediados de 2024. Luego, la querella fue incorporando más, hasta llegar a una decena: la última fue sumada esta semana.

El caso fue dado a conocer por La Nación este jueves. «Son hechos de hace dos o tres años. Cuando los padres se enteraron, comenzaron a restringir la salida de sus hijos a esas reuniones organizadas por Porcel y, finalmente, saltó todo en 2024“, describieron los investigadores a este medio sobre cómo surgió el expediente.

Alcohol y apuestas

“Organizaba las reuniones con los compañeros de su hijo y les daba alcohol e, incluso, los incentivaba a beber con dinero. También les transfería plata para que jugaran on line y los promovía a apostar, aun cuando uno de los adolescentes tiene problemas de ludopatía”, comentaron.

En las descripciones que hicieron las víctimas de esos encuentros se mencionó que hubo desafíos de alcohol a cambio de figuritas del Mundial Qatar 2022 y que les ofreció dinero por dar una vuelta en calzoncillos a una mesa de la oficina. De este último se sospecha que hay un video.

Las reuniones se hacían en el domicilio familiar de Palermo del imputado, pero también en el departamento vacío de su madre en la Torre Le Parc de Puerto Madero o en sus oficinas. Todo atravesado por insistencias para que los chicos se quedaran a dormir, mensajes de WhatsApp y el pedido de que todo quedara entre ellos. El traslado, claro, corría por su cuenta.

En el expediente figura también relatos vinculados a masajes en las piernas luego de partidos de fútbol y, según La Nación, a propuestas de carácter sexual y los dichos sobre el uso de una crema especial que ofrecía.

Hasta le pusieron nombre a las reuniones convocadas por mensajes donde se bebía por plata: “Shubidubi”. Siempre el que incitaba los encuentros se hacía llamar “el capitán”.

Porcel le pidió a la Justicia viajar a la Ciudad de Punta del Este, en Uruguay, desde el 17 de diciembre hasta el 5 de enero de 2026, por el casamiento de su sobrina. Y el juez y el fiscal le dieron permiso, ya que consideran que no hay riesgo de fuga, que tiene arraigo en el país y no posee antecedentes penales.