La curiosa fortuna de “El Petiso David”, el capo tucumano investigado por lavado de dinero

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Walter David Lobos, alias “El Petiso David”, es una figura notable del hampa tucumana. “El Petiso”, ciertamente, se hace ver. Procesado por narcotráfico, posa con cantantes como L-Gante con medio kilo de cadenas doradas al cuello. Viajó al Mundial de Qatar con todos los lujos de la ocasión. “El Petiso”, también, tiene sus enemigos. Señalado como uno de los máximos jefes de “Los Gardelitos”, su propia pandilla, Lobos se habría enfrentado a tiros en la zona de Tafí Viejo en septiembre último con varios miembros del poderoso clan Ale, señalado por la desaparición de Marita Verón.

Y después, está su familia, a la que, básicamente, las cuentas no le cierran.

Ayer jueves, el Departamento Operaciones Contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Narcotráfico de la Superintendencia de Investigaciones Contra el Narcotráfico de la Policía Federal Argentina realizó una redada con once allanamientos en San Miguel de Tucumán contra 14 miembros de la familia de “El Petiso” y su entorno. El delito: lavado de activos.

Un informe de la Unidad de Información Financiera había sido una de las claves para acusarlo, así como un perfil patrimonial elaborado por la Federal, con una causa a cargo del fiscal Agustín Chit. Lobos tiene, básicamente, una ficha en blanco de un trabajador común y corriente. Registrado casi diez años atrás en el rubro de venta minorista de artículos de la AFIP, con un viejo localcito como domicilio fiscal, “El Petiso” fue monotributista durante al menos tres años, a fines de la década pasada.

Sin embargo, el estudio de la PFA “determinó que ninguno de los integrantes del grupo familiar pudo justificar viajes, transferencias bancarias, consumos con tarjetas de crédito ni la titularidad de vehículos y propiedades, debido a que no registran actividades económicas formales que respalden dichos movimientos financieros”, con movimientos estimados en $500 millones, asegura un informe reservado del caso.

El informe de la UIF ratificó estas conclusiones. El organismo encabezado por el fiscal Paul Starc original, halló “acreditaciones dinerarias de magnitud no justificadas a favor de los hijos del principal investigado, Giselle Rocío y Lautaro David Lobos, durante el período 2023-2024. como así también reiteradas transferencias recibidas por Ana Sofía Pompone Miguez, pareja actual de Lobos”.

La soga al cuello:

El buen empleo público

Giselle Rocío, de 24 años, figura en los papeles como ex empleada pública del Gobierno tucumano, sin un trabajo en blanco actual. Tiene deudas de vieja data por más de 2 millones de pesos. No integra sociedades comerciales. Pompone Miguez también aparece como empleada del Gobierno tucumano, al menos, hasta octubre de este año, con aportes pagos, de acuerdo a registros previsionales consultados por este medio. Su domicilio fiscal es un viejo monoblock.

Lautaro David, de 18 años, nunca tuvo un trabajo en blanco en su vida.

En el operativo se secuestraron 750 mil pesos, 17 celulares, tres autos, una máquina de contar billetes, cámaras de videovigilancia y un título de propiedad ligado a un miembro del clan Lobos. No hubo detenidos.