Santa Fe: liberaron a “Ricardito”, un yacaré overo que vivió más de diez años en una casa particular

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En la provincia de Santa Fe, un equipo del gobierno provincial concretó la liberación de “Ricardito”, un yacaré overo (Caiman latirostris) que permaneció más de diez años fuera de su hábitat natural. El animal había sido encontrado en una vivienda particular, luego trasladado al Instituto Malbrán en la Ciudad de Buenos Aires y finalmente derivado al Centro de Rescate, Investigación e Interpretación de Fauna La Esmeralda (CRIIF) para su recuperación. Según comunicó el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, la reinserción tuvo lugar en un área protegida, culminando un proceso de rehabilitación que buscó devolver al reptil las condiciones necesarias para sobrevivir en la naturaleza.

El caso de «Ricardito» comenzó a tomar notoriedad cuando trascendió que el animal había vivido en condiciones inadecuadas para su especie, en un entorno doméstico con una pequeña pileta, durante más de una década. La intervención judicial que permitió su traslado al centro de rescate fue impulsada por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), con colaboración del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de CABA, el Área de Fauna de la Policía Federal Argentina y el Ecoparque porteño. El Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe detalló que la decisión de liberar al animal respondió a criterios técnicos, tras un prolongado seguimiento veterinario y comportamental.

Durante su permanencia en el CRIIF, «Ricardito» fue evaluado por un equipo interdisciplinario que monitoreó su estado sanitario, nutricional y conductual. De acuerdo con el ministerio, el reptil llegó con signos evidentes de haber pasado un largo período en un entorno inapropiado.

Aunque no presentaba enfermedades de base, carecía del repertorio de conductas que requiere la vida en libertad. La rehabilitación incluyó la recuperación de peso y la readaptación a hábitos naturales, un proceso que, según el organismo santafesino, demandó varios meses de trabajo.

La liberación se realizó en un área protegida sin contacto con otras poblaciones silvestres

La reintroducción de fauna silvestre, señalaron desde el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, constituye una herramienta estratégica de conservación, aunque no siempre resulta un procedimiento sencillo.

“Esta liberación no es solo un hecho emotivo o simbólico: es el resultado concreto de una política pública que elige actuar con evidencia científica, responsabilidad institucional y compromiso con la vida. Recuperar animales, rehabilitarlos y devolverlos a sus hábitats es parte del camino que elegimos en Santa Fe”, afirmó Enrique Estévez, titular de la cartera ambiental provincial, según el comunicado oficial difundido por el ministerio.

Los especialistas del CRIIF subrayaron que en reptiles como los yacarés suele subestimarse la complejidad de las reintroducciones. Un traslado y suelta realizada sin el respaldo de criterios científicos puede derivar en un abandono ecológico, con elevada probabilidad de mortalidad o efectos adversos sobre otras especies.

Por esa razón, el equipo técnico del centro se enfocó en verificar que «Ricardito» desarrollara comportamientos propios de la especie, que pudiera alimentarse y desplazarse por sus propios medios y que el sitio elegido para su liberación contara con las condiciones óptimas para su reinserción, sin contacto con poblaciones silvestres para evitar riesgos sanitarios o genéticos.

El proceso de rehabilitación de Ricardito incluyó la readaptación a hábitos naturales y el monitoreo de su estado de salud

La historia de «Ricardito» volvió a poner en la escena la problemática del tráfico y la tenencia inadecuada de fauna silvestre, una cuestión que, según el ministerio, requiere respuestas responsables y fundamentadas desde el ámbito institucional y judicial.

La articulación entre las autoridades ambientales de Santa Fe, la justicia, organismos federales y el CRIIF permitió llevar a cabo la operación de rescate, rehabilitación y liberación.

Al momento del traslado desde Buenos Aires, el animal evidenciaba hábitos incompatibles con la vida silvestre, consecuencia del contacto prolongado con seres humanos. La adaptación de su dieta, la recuperación de peso y la progresiva exposición a un entorno controlado formaron parte del proceso que, finalmente, desembocó en la reinserción.

Desde la cartera ambiental provincial remarcaron el carácter de política pública que tuvo el procedimiento, orientada a la conservación y sustentada en la ciencia. “Cuando se trabaja con evidencia, protocolos y equipos profesionales, las segundas oportunidades no son un gesto: son parte de un compromiso activo con la conservación”, aseguraron las autoridades citadas por el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe.