La reciente llegada de Franco Mastantuono al Real Madrid ha generado expectativas no solo por su potencial futbolístico, sino también por los detalles de su contrato. El club ha decidido blindar al joven formado por River Plate con una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros, una cifra que evidencia la magnitud de la apuesta institucional por su futuro.
Este movimiento se inscribe en la estrategia del club de asegurar a sus talentos emergentes frente al interés de otros equipos europeos.
En este contexto, la noticia principal radica en el salario que percibirá Mastantuono: el mediocampista de 17 años firmará un contrato hasta 2031 con un ingreso anual cercano a los 4 millones de dólares. Esta cifra lo posiciona en una franja salarial superior a la de otros jóvenes argentinos que han dado el salto a Europa recientemente, como Claudio Echeverri, quien desde enero integra el plantel del Manchester City y también surgió del Millonario.
El caso del Diablito ilustra las diferencias en la política contractual de los grandes clubes europeos respecto a sus promesas sudamericanas. El volante ofensivo, que llegó al City a comienzos de año, percibe un salario de 780.000 libras esterlinas anuales (aproximadamente 1 millón de dólares), según el portal Capology.
Esta remuneración lo ubica entre los sueldos más bajos del plantel, en línea con los jugadores surgidos de la cantera. La competencia interna y la escasa cantidad de minutos disputados desde su arribo han generado incertidumbre sobre su futuro inmediato. El club inglés evalúa la posibilidad de mantenerlo para que continúe su proceso de adaptación o cederlo a préstamo, con Girona y Roma como posibles destinos.
Mientras tanto, Mastantuono se prepara para iniciar su etapa en el Real Madrid. Su presentación oficial y el inicio de los entrenamientos están previstos para el 14 de agosto, fecha en la que cumplirá 18 años. El monto de su salario anual, aunque superior al de Echeverri, se mantiene lejos de los principales referentes del plantel, pero se equipara al de otros jóvenes talentos como el brasileño Endrick (4,8 millones de dólares) y el turco Arda Güler, quienes también representan apuestas a largo plazo para la institución.
La llegada de Mastantuono a Madrid ha estado acompañada por un proceso de adaptación previo a su presentación. El club aún no ha definido el dorsal que utilizará el argentino, ya que la camiseta número 10, que pertenecía a Luka Modric, ha sido asignada a Kylian Mbappé, y la número 9 podría quedar en manos de Endrick o Gonzalo García. En consecuencia, los números 16 y 30 aparecen como alternativas probables para el zurdo.
La exportación de talento joven desde River hacia el fútbol europeo se ha consolidado en los últimos meses, con Echeverri y Mastantuono como máximos exponentes de esta tendencia. Ambos comparten el objetivo de consolidarse en la élite del fútbol continental, aunque sus trayectorias y condiciones contractuales reflejan las distintas estrategias de los clubes que los han incorporado.
