Impacto en la Fórmula 1: la polémica decisión sobre las denuncias entre los equipos para 2026

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La FIA apunta a una mayor transparencia entre las escuderías y encareció el costo de las denuncias (Credit: Thomas Shea-Imagn Images)

A partir de la temporada 2026, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) encarecerá de forma sustancial los depósitos necesarios para presentar protestas, revisiones e investigaciones técnicas en la Fórmula 1, una decisión orientada a frenar las quejas consideradas poco fundamentadas y a agilizar la resolución de resultados deportivos.

El dinero requerido para iniciar estos procedimientos alcanzará cifras mucho más elevadas, lo que responde tanto a la necesidad de limitar los recursos destinados por los equipos a este tipo de acciones como de robustecer la transparencia del sistema, según el último borrador del reglamento deportivo aprobado en diciembre por el Consejo Mundial del Deporte Motor de la FIA.

Esta reforma supone cambios profundos no solo en el monto de los depósitos, sino también en el modo en que se computan para el límite presupuestario de los equipos. La cantidad invertida en quejas se deducirá del tope de gastos, obligando a las escuderías a asignar recursos de su presupuesto anual a esta partida.

Entre las novedades, destaca la imposición de un importe de 20.000 euros (23.500 dólares) por cada solicitud de revisión, una medida que pretende reducir el volumen de reclamaciones y facilitar la certidumbre en los resultados.

La raíz de estos cambios se encuentra en la reunión de la Comisión de Fórmula 1 celebrada en julio, cuando el órgano, presidido por Stefano Domenicali (CEO de la F1) y Nicolas Tombazis (responsable de los monopostos de la F1), analizó los reiterados episodios de protestas tardías e investigaciones que dilataron la confirmación de resultados finales. La preocupación se hizo evidente tras los incidentes protagonizados en el primer semestre de 2025 por Red Bull, entonces bajo la dirección de Christian Horner. En dicha ocasión, la escudería austríaca presentó dos quejas formales contra George Russell: la primera, durante el Gran Premio de Miami, por alegada falta de reducción de la velocidad bajo banderas amarillas; la segunda, en Canadá, por presunta infracción de la distancia mínima con el auto de seguridad, luego de que Max Verstappen superara a dicho corredor inglés tras una frenada intensa. Ambas demandas terminaron desestimadas por la FIA.

La FIA cobrará más caro las denuncias a los equipos de F1 en 2026 (REUTERS/Leonhard Foeger)

Esta secuencia de acontecimientos provocó malestar generalizado entre los equipos, inquietos ante la prolongada incertidumbre después de las carreras. De ahí la voluntad de implementar un marco regulatorio más estricto, diseñado para disuadir las reclamaciones infundadas y agilizar los procesos.

El propio George Russell valoró el cambio y subrayó la insuficiencia del sistema anterior al afirmar: “Un depósito de 2.000 euros (2.350 dólares) para equipos que generan millones de dólares en beneficios no es ni remotamente suficiente. Los equipos no se lo pensarán dos veces antes de ganar más. Si fuera una suma de seis cifras, estoy seguro de que se lo pensarían dos veces antes de hacerlo».

El paquete aprobado por la FIA también contempla un incremento en las tarifas correspondientes a investigaciones técnicas de vehículos rivales, consolidando el propósito de reforzar el rigor y la transparencia en el sistema de quejas deportivas. La entidad reiteró que, aunque los depósitos pueden ser reembolsados si la protesta prospera, su sola existencia y magnitud aspiran a filtrar el volumen de reclamaciones frente a los comisarios.

Las modificaciones, además, actualizan el procedimiento para la presentación de apelaciones por parte de equipos y pilotos, que ahora afrontarán un umbral económico más exigente para movilizar el mecanismo sancionador.

Esta novedad se da en el marco de la polémica por la comprensión de los nuevos motores de Mercedes que logran una mayor potencia sobre el resto. El próximo viernes 2 de enero se reanudará la actividad en las fábricas y bases de los equipos. Se trata de uno de los recesos más cortos en 75 años de historia de la F1, debido al drástico cambio del reglamento técnico y del 26 al 30 de enero se llevarán a cabo los tests privados de pretemporada en Barcelona.